Sánchez confirma al Congreso que su sesión de investidurá será en julio

Pedro Sánchez se entrevistará con Meritxell Batet para establecer la fecha de la potencial investidura del líder socialista. El encuentro será el martes de la semana entrante y en el entorno del PSOE estiman que su jefe tiene posibilidades de ser nombrado nuevamente como jefe de Gobierno pese a que las cosas se le han estancado en estos últimos días. "El candidato socialista se presentará al debate para que España tenga un gobierno progresista, europeísta y moderado. Nuestro país necesita avanzar y Sánchez quiere liderar ese proyecto con sentido de Estado", cita El Periódico a sus fuentes en Ferraz.

La situación ha tomado una deriva verdaderamente crítica luego del encuentro que tuvo el jefe del Ejecutivo con Pablo Iglesias en La Moncloa. La idea del cara a cara era desbloquear la investidura y, de alguna forma, terminó con Iglesias amenazando con no solo bloquear sino que también con abrir fuego al decir que podría ordenar a sus diputados votar no a Sánchez en el Congreso. El presidente intentó sostener el semblante y dijo que igual irá al debate de investidura en julio con o sin los apoyos necesarios.

La presidenta del Congreso, de cualquier forma, mantiene también el optimismo. Batet cree que su nuevo nombramiento sería lo mejor para España y que el Gobierno se ponga nuevamente a trabajar cuanto antes. "Él me transmitirá lo que considere y, en función de esa conversación, acabaré de decidir cuándo se convocará el Pleno", declaró.

Eso sí, tampoco quiso poner del todo las manos al fuego y, al ser preguntada sobre si creía que Sánchez saldría victorioso, despejó balones y dejó todo en manos del destino. "Desde luego antes de la conversación con el presidente yo no lo sé, y tendremos que verlo", señaló.

Sánchez mismo se ha ido arrinconando solo desde las elecciones del 28 de abril, que si bien ganó obtuvo solamente 123 diputados, insuficientes en cualquier caso para gobernar en solitario como tanto insistía. No se sabe exactamente qué pasaba en su cabeza cuando propuso semejante disparate, pero los partidos lo han dejado escaldado, pues ni el PP ni Ciudadanos están por la labor de facilitarle ni nada, y los partidos más pequeños no terminan de creer en su labia que intenta convencerlos de abstenerse. Así las cosas, la única bala que le quedaba en el cartucho era la de Pablo Iglesias, pero éste se niega a quedarse afuera de la fiesta e insiste en entrar a como de lugar al nuevo Ejecutivo, algo que Sánchez, pese a todo, no está dispuesto a aceptar.

Acudir al debate de investidura en el mes de julio pese a no tener los apoyos ya confirmados podría ser un salto deliberado al vacío. La investidura fallará y entonces no quedará de verdad más salida que llamar nuevamente a elecciones. Eso sí, al menos Sánchez acudirá a éstos como la víctima de la reticencia de los demás partidos en hacer lo que él quiere. El castigo de esto, espera él, lo pagarán otros. @mundiario