Sánchez y Borrell deben poner orden ante los desmanes de Zapatero e Iglesias sobre Venezuela

Josep Borrell y Pedro Sánchez. / RR SS
Josep Borrell y Pedro Sánchez. / RR SS

La postura del socialista ZP, aliado de Maduro, no solo es "inmoral", como denuncia Casado, sino que atenta contra la ética y los principios de la UE. Dos socialistas con altas responsabilidades como Borrell y Sánchez están llamados a clarificar el compromiso del PSOE con la democracia y el pluralismo. / Editorial de MUNDIARIO

Sánchez y Borrell deben poner orden ante los desmanes de Zapatero e Iglesias sobre Venezuela

La ONU y otras organizaciones han certificado los desmanes del régimen chavista contra los derechos humanos. La Oposición democrática del país caribeño alerta de asesinatos y ejecuciones extrajudiciales. Venezuela es un país con presos políticos, donde se practica la tortura, según da a entender la prensa editada en países genuinamente democráticos como EE UU o el Reino Unido. Por si fuese poco, el chavismo está acabando con la democracia y el pluralismo político en Venezuela, fruto de una deriva totalitaria, camino de la dictadura, bajo la presidencia de Nicolás Maduro.

El chavista Maduro tiene el triste mérito de haber arruinado a un país rico como Venezuela, que al menos con Hugo Chávez, su antecesor, había sobrevivido gracias al alto precio del petróleo en su época. Un país de cierta tradición democrática y relativo bienestar social no solo ha hundido su PIB y ha disparado la hiperinflación, sino que es el protagonista de graves denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de prestigiosas organizaciones, empezando por Naciones Unidas.

Desvarío de Zapatero

Estos y otros muchos datos que prueban la antidemocrática política de Nicolás Maduro arrastran, sin embargo al expresidente español Rodríguez Zapatero (PSOE) a proponer a las instituciones europeas que cambien de postura frente al chavismo, cuyo proceder tampoco desagrada al vicepresidente del Gobierno de España Pablo Iglesias, de Unidas Podemos.

Al menos en público, no consta que el líder del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avale estas posiciones de su compañero de partido y de su socio de gobierno. Al contrario, el líder opositor venezolano Leopoldo López –refugiado en España– se declara satisfecho con la posición del socialista Sánchez, cuyo gobierno es uno de los sesenta que reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.

Inmoral y contrario a la ética

A resultas de todo ello, el líder de la Oposición española y presidente del PP, Pablo Casado, ha declarado: "Las elecciones en Venezuela son una farsa, un insulto a los 17.000 asesinados, violados y torturados por la dictadura de Maduro. Es inmoral lo que hacen Iglesias Zapatero, y lo que calla Sánchez. Quiero para Venezuela lo mismo que para España: libertad y democracia".

Desde MUNDIARIO, que se define como un periódico de información general independiente, que asume las normas propias del Estado de Derecho y defiende la democracia y el pluralismo, consideramos que los comportamientos políticos de Zapatero e Iglesias no solo son inmorales, sino que atentan contra la ética, partiendo de que ésta es una moral universal y transcultural.

El papel de Borrell

El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero ha pasado de promover una mediación fallida entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición a tomar partido por el dirigente chavista venezolano y su régimen, al que ahora defiende. Así lo hace al llamar a la Unión Europea a una “reflexión serena y sosegada” sobre la farsa electoral de este domingo en Venezuela, las sanciones al régimen bolivariano y el reconocimiento de la próxima Asamblea Nacional, que debe tomar posesión el 5 de enero en sustitución del Parlamento presidido por Juan Guaidó.

Zapatero ignora –a sabiendas– que la oficina del también socialista Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, solicitó en septiembre a Nicolás Maduro un aplazamiento de las elecciones parlamentarias por considerar que no ofrecían garantías para una competición leal.

EE UU y la UE tendrán que revisar probablemente su posición frente al régimen de Caracas pero su objetivo de recuperar la democracia en Venezuela no pasa precisamente por el reconocimiento del régimen chavista, sino, entre otras cosas, por la convocatoria de elecciones presidenciales libres y democráticas en el país caribeño. Lo dicho: Pedro Sánchez y Josep Borrell deben poner orden ante los desmanes de José Luis Rodríguez Zapatero y Pablo Iglesias sobre Venezuela.

En Bruselas, el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, tomó la delantera al constatar este lunes la baja participación en las elecciones legislativas de Venezuela y subrayar que la Unión Europea no considera que los comicios hayan contado con las condiciones democráticas mínimas. En todo caso, Bruselas se declara preparada para apoyar una transición pacífica en Venezuela y pide que se permita el envío de ayuda humanitaria.

Estados Unidos condena igualmente por “fraudulentas” las elecciones parlamentarias convocadas por Maduro, y el Grupo de Lima, que reúne a 14 países con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela, califica de “ilegítimos” los comicios legislativos en el país ahora bajo la bota de Nicolás Maduro. @mundiario

Comentarios