La salida de España pasa por las reformas, los fondos europeos y la sostenibilidad financiera

Ejemplares del libro Cómo salir de esta (II), de María Cadaval y José Luis Gómez. / Mundiediciones
Ejemplares del libro Cómo salir de esta (II), de María Cadaval y José Luis Gómez. / Mundiediciones
Dejar atrás la crisis derivada de la pandemia exige reformas en pensiones, mercado de trabajo y fiscalidad, así como el máximo aprovechamiento de los fondos europeos.
La salida de España pasa por las reformas, los fondos europeos y la sostenibilidad financiera

En España hay problemas que ve cualquiera –el precio de la electricidad cerrará este año en máximos históricos y los aumentos salariales no compensan la inflación–, pero también los hay más de fondo, macroeconómicos, ya que España sufrió una caída del PIB en 2020 del -10,8%, de la que no se ha recuperado, a pesar de que el gasto público ha aumentado entre 2018 y 2021 8,6 puntos porcentuales del PIB; el déficit público, en 5,8 puntos porcentuales, y la deuda pública neta, en 24,7 puntos porcentuales, por encima de las medias europeas.

La salida pasa por aprovechar los fondos europeos de recuperación, aplicar las reformas estructurales pendientes (trabajo, pensiones, etcétera) y desarrollar un plan que haga viable esa recuperación con la sostenibilidad financiera.

Como advierte el presidente del Real Instituto Elcano, José Juan Ruiz en El País, no es cuestión de "gastar más", sino "mejor", con "mejores políticas" y persiguiendo "objetivos bien definidos" que cuenten con "un amplio apoyo social", tesis también compartida por los autores del libro Cómo salir de esta (II), de Mundiediciones, que se presenta este miércoles 22, a las 19 horas, en El Corte Inglés situado en el centro de A Coruña. 

No solo en España se dan las contradicciones ante la marcha de la economía, también en EE UU andan a vueltas con si van bien o mal 

Dudas al respecto hay muchas, pero no solo en España. El premio Nobel de Economía Paul Krugman ha explicado en el diario The New York Times que la economía de EE UU va muy bien, aunque con algunos problemas. Pero las sensaciones de los consumidores estadounidenses son más pesimistas, según las encuestas. Estas y otras contradicciones aparentes suscitan debate y controversia entre los propios académicos, y no digamos entre los políticos. Las preguntas que Krugman se hace desde Nueva York podría hacerlas cualquier otro profesor desde aquí, con la economía española como telón de fondo.

En ambos casos han aparecido datos positivos de empleo, pero no de inflación, que este año está subiendo más de lo que lo hizo en décadas. “No cabe duda de que el alza de los precios ha ido en detrimento de las mejoras salariales de muchos trabajadores, a pesar de que los ingresos individuales reales per cápita siguen estando por encima del nivel prepandémico aun cuando el Gobierno ya no reparta montones de dinero. Y mi sensación es que, por más que los ingresos suban, la inflación tiene un efecto corrosivo en la confianza, ya que crea la percepción de que las cosas están fuera de control”, explica Krugman con su característico lenguaje coloquial.

No solo pasa en EE UU. En España, también afloran datos contradictorios de su economía, visibles en una asincronía según la cual el empleo está al alza y el crecimiento, a la baja. De hecho, el desempleo bajó en noviembre y encadenó nueve meses de caídas por primera vez en la historia, con niveles de paro del año 2008 –el que marcó el final de un ciclo expansivo de la economía española–, pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo las previsiones de crecimiento de España para 2021, del 6,8% al 4,5%, y para 2022, del 6,6% al 5,5%.

Las contradicciones se suceden, de modo que en España brotan las expectativas con los fondos de recuperación –también puede haber oportunidades en la batería de incentivos fiscales de la nueva ley de startup para 2022– y a la vez se observa desánimo ante la inflación.

La política monetaria nunca ha sido más flexible y la política fiscal, más estimulante, constata el profesor González Laxe, que presentará el libro Cómo salir de esta (II) 

La política monetaria nunca ha sido más flexible y la política fiscal, más estimulante, como constata el catedrático de economía de la UDC Fernando González Laxe en un análisis publicado en MUNDIARIO. En realidad, nunca se habían bloqueado economías enteras para combatir una pandemia y nunca se había tenido que recuperar todo lo perdido en poco tiempo. En estas circunstancias, el también presentador del libro Cómo salir de esta (II) en A Coruña apela al wait and see (esperar y ver).

Hay observadores que creen que la economía española tiene una buena base para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, a la vista de los últimos datos, pero esta opinión, que también comparte el Gobierno, dista de ser unánime, ya que no parece que sea oro todo lo que reluce detrás de esos datos.

Ante la asimetría entre recuperación del PIB (menor) y del empleo (mayor), todo indica que tiene que ver con la caída del número medio de horas trabajadas, explica el profesor de economía Albino Prada, un convencido de que España –inmersa en la temporalidad– transita lejos del habitual contrato indefinido a tiempo completo del siglo pasado.

La salida de la crisis requiere reformas en pensiones, mercado de trabajo y fiscalidad, así como un aprovechamiento máximo de los fondos europeos para que, con apoyo privado, contribuyan a sentar las bases de un nuevo modelo económico, sostenible, como explicó la profesora de economía María Cadaval en la presentación, en Madrid, del libro Cómo salir de esta (II). A mayores, las previsiones apuntan a que hasta marzo la luz se mantendrá en niveles muy altos y que a partir de marzo de 2022 la media podría oscilará entre 180 euros y 200 euros, mientras que los aumentos salariales en los convenios colectivos no llegan al 2%, cuando la inflación ya ha escalado hasta el 5,6%. Si no se corrige esta situación no habría que descartar la conflictividad laboral.

Puede que estemos ante la mejor recuperación económica en décadas, tanto en EE UU como en España. La diferencia está en que, en la primera economía del mundo, del mismo que en las grandes potencias de la UE, ya han recuperado todo lo perdido con la pandemia, mientras que en España no. La Bolsa es un fiel reflejo. @J_L_Gomez

 

AL ALZA

La manipulación

En EE UU es tal la manipulación que los republicanos afirman que la situación económica actual es mucho peor que la de marzo de 2009, cuando la economía perdía 800.000 puestos de trabajo al mes, mientras que ahora genera empleo. En España no pasa nada muy distinto: basta ver las valoraciones de la derecha y de la izquierda sobre una realidad que no debería tener sesgo político. Lo dicho: la economía va bien, aunque con problemas, una manera de no mentir y de contentar (un poco) a todos.

A LA BAJA

La incertidumbre

El presidente francés Macron y el flamante canciller alemán Scholz se han visto las caras tras el relevo en la cancillería y han coincidido en algo importante para las dos grandes potencias de Europa, Francia y Alemania, pero también para las otras economías de la eurozona, como la española: hay que mantener el crecimiento sin perder de vista el rigor presupuestario. De paso, han abierto el debate sobre las nuevas reglas fiscales europeas, hoy en día reducidas prácticamente a la recaudación por IVA.

Olaf Scholz, canciller de Alemania. / RR SS

Olaf Scholz, canciller de Alemania. / RR SS

PROTAGONISTAS

Olaf Scholz

Canciller de Alemania

Como era previsible, no ha tardado en convertirse en el abanderado de sanear las finanzas públicas de los socios de la UE tras las inversiones masivas en estos dos años pandemia. A cambio habla de flexibilidad en el pacto de estabilidad.

Emmanuel Macron

Presidente de Francia

Apurado por sus cuentas públicas, que no son tan malas como las españolas, pero casi, defiende un nuevo paradigma sobre los límites del déficit y la deuda en el marco de la UE. Un discurso especialmente atractivo para el Gobierno de España.

Pedro Sánchez

Presidente del Gobierno

De cómo Francia convenza a Alemania de que hay que revisar el pacto de estabilidad y de crecimiento –léase de Maastricht– va a depender mucho la intensidad del ajuste fiscal en España, e incluso el alcance de las reformas estructurales en marcha.

Nadia Calviño

Vicepresidenta del Gobierno

Seguramente se daría por satisfecha si los tres grandes objetivos de Macron prosperan en la UE: mantener el crecimiento con vistas al pleno empleo; crear industrias ecológicas y digitales con “inversiones masivas”, y mantener “la seriedad presupuestaria”. @mundiario

 

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