Rusia presiona para limitar la influencia de EE UU y la OTAN en Europa del Este y Asia Central

Rusia pone sus cartas sobre la mesa. En medio de las crecientes tensiones en la frontera con Ucrania, Moscú ha hecho públicas sus “propuestas” para cerrar un nuevo y amplio acuerdo de seguridad con la OTAN y EE UU: una lista que incluye, entre otras cosas, la exigencia de que la Alianza Atlántica paralice su actividad militar en Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central o la prohibición de que Ucrania y Georgia ingresen en el club militar.  

Las demandas del Kremlin han sido recogidas en dos textos titulados Tratado entre los Estados Unidos y la Federación de Rusia sobre las garantías de seguridad y Acuerdo sobre las medidas para asegurar la seguridad de la Federación de Rusia y de los Estados miembros de la OTAN. Según fuentes rusas, los documentos fueron entregados esta semana a un alto cargo de Washington en Moscú, por lo que esperan comenzar una negociación “a partir del sábado”. 

"Cuando nuestras relaciones, por culpa de Washington, se acercan a un punto crítico es necesario de la manera más urgente dar pasos concretos para reducir el grado de confrontación", ha afirmado el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, en una rueda de prensa. “Es esencial poner por escrito las garantías de seguridad de Rusia, y que tengan valor en derecho”, ha añadido antes de proponer que las negociaciones se inicien esta misma semana en Ginebra.

Los borradores de tratado han sido publicados por los diplomáticos rusos en medio de un contexto de enorme tensión por el despliegue de tropas y armamento pesado a lo largo de sus fronteras con Ucrania. La Unión Europea ha elevado el tono esta semana para advertir al presidente Vladimir Putin de que responderá con sanciones “inéditas” si Moscú decide invadir Kiev, como ya ha alertado el servicio de inteligencia estadounidense. 

¿Qué pide Rusia?

Pero los analistas destacan que las demandas de Rusia van más allá de los intereses del Kremlin por mantener a Ucrania bajo su influencia o de las líneas rojas que ha marcado Putin sobre la expansión de la OTAN: Moscú pretende volver al status quo de la Guerra Fría.

Así, el Kremlin exige que la Alianza Atlántica elimine toda la infraestructura militar instalada en los estados de Europa del Este después de 1997, cuando Rusia y la OTAN firmaron en París un acuerdo que abrió una nueva era para la seguridad europea y mundial basada en la cooperación. La exigencia rusa afectaría a países como Polonia, Hungría y República Checa (miembros del Pacto de Varsovia), que se unieron a la Alianza en 1999. 

Además, Moscú pide que la OTAN se comprometa por escrito a no expandirse hacia las fronteras rusas (lo que anularía la posibilidad de que Ucrania y Georgia ingresen al club militar); y a limitar el despliegue de tropas o armas en Europa del Este, Asia Central y el Cáucaso: los movimientos deberán recibir antes el visto bueno de Rusia.

Propuestas para EE UU 

La lista del Kremlin incluye además una serie de demandas directas para  EE UU: que Washington se comprometa a no desplegar ningún misil cerca de Rusia, que mantenga sus buques de guerra fuera de la distancia de ataque o que no establezca bases en ningún país de la antigua URSS ni se asocie con sus ejércitos, detalla El País. 

Por su parte, EE UU –que no ha rechazado tajantemente las propuestas rusas- ha asegurado que no habrá negociaciones sin los aliados. “No comprometeremos los principios clave sobre los que se basa la seguridad europea, incluido que todos los países tienen derecho a decidir su propio futuro y su política exterior, libres de interferencias externas”, ha subrayado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

“Estados Unidos y la OTAN han intensificado agresivamente la situación de seguridad en los últimos años, lo cual es absolutamente inaceptable y extremadamente peligroso”, ha insistido el  ministro Riabkov. “Washington y sus aliados de la OTAN deben poner fin de inmediato a sus habituales actos hostiles contra nuestro país”. @mundiario