Rubalcaba fue el más inteligente de los políticos servidores del régimen del 78

Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE.
Alfredo Pérez Rubalcaba, ex secretario general del PSOE.

Se retiró hace años y huyó de las puertas giratorias para volver a ser profesor titular universitario de Química Orgánica, su profesión de origen.

Rubalcaba fue el más inteligente de los políticos servidores del régimen del 78

La muerte de Rubalcaba ha producido una gran onda de reconocimiento y homenaje, en el seno del unionismo del régimen de 78. Es una reacción lógica por su gran inteligencia la amplitud de sus servicios. Pero muchos otros políticos, patriotas gallegos, vascos o catalanes, han fallecido y no han recibido homenajes por no pertenecer al régimen del 78.

Un buen amigo mío, inteligente como Rubalcaba, dice con sentidiño que los políticos cuando marchan de la política o, más aún, cuando mueren no deberían  ser juzgados de modo muy riguroso. Concuerdo con él totalmente.

Rubalcaba se retiró hace años y huyó de las puertas giratorias para volver a ser profesor titular universitario de Química Orgánica, su profesión de origen (a pesar de que llevaba casi treinta años en la política, su gran vocación). Pero la Jefatura del Estado, el presidente del Gobierno, su familia y  todos los partidos  del régimen unionista del 78 convinieron hacerle un homenaje político, ciertamente muy justificado, pero que me permite la veda del análisis riguroso de los claros y los oscuros del político fallecido. Rubalcaba era muy listo y, por tanto, muy poco dogmático, a pesar de que mostró la vena jacobina que caracterizó a su generación en el PSOE. Nada tuvo que ver con la génesis y evolución del GAL, como le han acusado algunos. Sí tuvo mucho que ver con el fin de la ETA, como el ministro del Interior que inteligentemente posibilitó el autodesarme decidido por los etarras y fundamentalmente causado por la deserción de su base social abertzale.

El socialista reivindicó con acierto la supresión de las provincias en la campaña de las estatales del 2011, estructura conservada  por el unionismo para debilitar, en aquellos primeros ochenta, a los Gobiernos catalán y gallego. Pero fue pieza esencial de la reforma, en octubre de 2011, del artículo 135 de la Constitución para priorizar el pago de los intereses de la deuda pública a los servicios sociales y públicos, una decisión que abrió de par en par  la puerta a la política austericida de Rajoy.

Sin embargo, en lo que se refiere al derecho a decidir e incluso a la limitada ampliación del autogobierno de las naciones del Estado, Rubalcaba siempre estuvo en contra, como acaba de contar el antiguo president de ERC, Joan Puigcercòs. En realidad, el “cepillado” del Estatut en la Comisión Constitucional del Congreso fue más cosa de Rubalcaba que de Guerra. También estuvo Rubalcaba frente a la propuesta de reforma del Estatuto vasco de Ibarretxe y contra  la ampliación del autogobierno gallego, a pesar de los esfuerzos del después ministro de justicia, el federalista gallego Fran Caamaño.

Homenajeó el régimen del 78 uno de sus principales servidores y el más privilegiado de sus cerebros. Normal. Por ello es preciso reconocer los méritos alcanzados por otros políticos tambièn fallecidos y coetáneos del tiempo de desempeño de Rubalcaba, si bien ajenos al unionismo del régimen del 78. Patriotas gallegos como Bautista Alvarez (presidente de la UPG y vicepresidente del Parlamento gallego por el BNG) , Domingos Merino (primero alcalde nacionalista de A Coruña en el 1979, líder del PSG-Izquierda Gallega y después diputado del BNG), Antonio Díaz Fuentes (presidente de Coalición Gallega) o Xosé H. Rodríguez Peña (secretario general del PG y del PNG y diputado del BNG). Patriotas vascos como Xabier Arzallus, Juan Mari Bandrés o Xabier Atutxa (que fue presidente del Biskai Buru Batzar). Patriotas catalàns como Ramón Trías Fargas (fundador y primer presidente de Convergència-CDC-), Heribert Barrera (presidente de ERC). Miquel Coll (presidente de UDC y del Parlament o Jacint Borràs, último presidente de CDC. Que la tierra les sea leve a todos, también a ellos. @mundiario

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