Los Reyes Magos, una tradición que también se ha utilizado para dividir
A los españoles ya nos habían dividido entre norte y sur, históricos y nacionales, rojos y azules, ricos y pobres, trabajadores y parados, y ahora añadimos entre creyentes y laicos.
No todos los que defienden las tradiciones son creyentes. Ni siquiera se puede afirmar que Los Reyes Magos sea una fiesta religiosa como tampoco lo es Papá Noel, y por eso en España, muy dados a fiestas, nos solemos apuntar a las dos aun a sabiendas de que los niños acabarán descubriendo la farsa pero también que conocerán nuestras razones, razones que aplicarán a sus hijos por mantener la tradicion.
Lo que es absurdo es politizar una fiesta infantil y hablarles de problemas en lugar de hablarles de ilusiones. Especialmente penoso fué el discurso de Melchor en Barcelona donde aprovechó la ocasion para decir a los niños que le escuchaban que traían regalos para todos y no como los Borbones que quieren quedárselos todos ellos. Totalmente fuera de lugar como también lo fue que Joan Ribó en Valencia, donde reaparecieron las Magas del año 1937, prohibiese la presencia de San José en la cabalgata. Defender el laicismo no deberia de incluir las tradiciones, pero mucho menos apropiarse de ellas para transformarlas en un pequeño esperpento. Puede hasta prohibirse la entrada de los Reyes Magos, no se si por ser Reyes o por ser creyentes, que de todo hay, pero si se hace debemos recordar que regalaron oro, incienso y mirra, segun las tradición y que no eran precisamente pobres, que tampoco iban en bicicleta y que desconocían la Guerra de las Galaxias, porque eran cristianos y no guerreros Jedi. Cualquier día veremos las procesiones de Semana Santa, que son cosa de cofradías y no del Papa, con las imágenes sin su halo de santidad.
Es absurdo es politizar una fiesta infantil y hablarles de problemas en lugar de hablarles de ilusiones. Especialmente penoso fué el discurso de Melchor en Barcelona donde aprovechó la ocasion para decir a los niños que le escuchaban que traían regalos para todos y no como los Borbones que quieren quedárselos todos ellos.
Conozco gente que piensa que estar en contra del maltrato animal, defender la igualdad del hombre y la mujer, o apoyar la laicidad del Estado, no tiene nada que ver con utilizar estos valores como arietes para derribar tradicciones y confundir a los niños. Que es fácil manejar emociones viscerales de rabia, miedo y pesar para conseguir seguidores porque es mas sencillo culpar a otros que asumir responsabilidades y hacer frente a la vida. Este fué el método de Chaves en Venezuela y ya sabemos el final.
Los tiempos cambian y la Iglesia ya no se apodera de los dioses y tradiciones paganas ni quema a los laicos. Esperemos que ahora los laicos no les de por quemar iglesias. El Estado y leyes deben ser laicas y la gente libre.
