Una reunión muy anticipada entre Trump y Putin eleva algunas preocupaciones

Donald Trump, presidente de Estados Unidos y Vladimir Putin, presidente de Rusia. / RRSS
Donald Trump y Vladimir Putin. / RRSS

Los últimos acontecimientos en relación al papel de Rusia y sus implicaciones en la política norteamericana hacen que los expertos vean con malos ojos la reunión.

Una reunión muy anticipada entre Trump y Putin eleva algunas preocupaciones

El presidente Donald Trump planea sentarse con Vladimir Putin la semana que viene, persiguiendo relaciones más cálidas con el líder ruso, a pesar de las múltiples investigaciones sobre los supuestos vínculos de su campaña con el Kremlin.

La reunión prevista en la cumbre anual del G-20 en Hamburgo, confirmada el jueves por el asesor de seguridad nacional HR McMaster, será la primera para Trump y Putin después de más de un año de intenso escrutinio en cuanto a su relación. Los dos hombres han hablado por teléfono dos veces desde que Trump asumió el cargo.

No está claro qué mensajes Trump podría entregar a Putin en un momento de alta tensión entre Washington y Moscú gracias a la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 y su presencia militar en Ucrania y Siria. Pero muchos expertos en seguridad nacional incluso dentro del gobierno de Trump están preocupados porque un presidente que ha hablado durante meses acerca de la perspectiva de una amistad con Putin, y podría estar demasiado ansioso por complacer a su contraparte rusa en ese sentido.

Aunque funcionarios de la administración de Trump han condenado el comportamiento de Putin en varias áreas, desde la represión de la disidencia doméstica, hasta las intrusiones cibernéticas de los sistemas de votación de Estados Unidos, funcionarios de la Casa Blanca sugirieron el jueves que Trump no tenía un plan particular para su reunión con Putin.

La Casa Blanca no detalló el lugar exacto en el que se llevará a cabo la conversación. Pero el director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, dijo a periodistas que Trump tendría asambleas formales, o reuniones bilaterales, con los líderes de las principales naciones representadas en la reunión anual, incluida Rusia.

Una charla con Putin subrayaría el fuerte deseo de Trump de fortalecer la amistad con el presidente ruso, incluso a riesgo de que los titulares no se olviden de destacar las múltiples investigaciones sobre los vínculos entre los socios de Trump y el Kremlin. Siempre teniendo en cuenta que Trump y la Casa Blanca han negado cualquier influencia rusa sobre su campaña de 2016.

Mientras que sería difícil para Trump evitar algún contacto con Putin en la cumbre de los líderes mundiales, quizá debería limitar cualquier encuentro con el ruso a una charla más informal e improvisada, conocida en términos diplomáticos como "retirada".

Putin sigue ansioso por mejorar las relaciones con los Estados Unidos, incluso cuando Rusia ha atacado a Washington en las últimas semanas por lo que llama “histeria” sobre la bien documentada interferencia de Moscú en las elecciones de 2016.

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