Los refugiados en las islas griegas sobreviven en condiciones pésimas

A young man from Syria holds his young daughter in the port of Mytilene while waiting to board a UNHCR bus that will transport them to the Moria Reception / Registration center. ; More than 900.000 refugees and migrants arrived in Greece since January 2015. 
Despite rough seas and freezing water temperatures they continue crossing the Aegean sea from Turkey to the Greek islands in overcrowded inflatable boats, many arriving to the Greek shores in a state of shock and suffering from hypothermia.
Vulnerable groups like women, children and the elderly are amongst the ones who are often in danger during the perilous boat ride that can take hours. 
In an effort to save lives and assist those in need the Hellenic Coast Guard in cooperation with Frontex have increased their search and rescue operations in the Aegean, often rescuing hundreds of refugees and migrants on a daily basis.
The vast majority of those attempting the treacherous journey are fleeing war, persecution and violence in their country of origin and are in need of international protection.
Refugiados. / © UNHCR/Achilleas Zavallis

Desde el aumento de llegadas a las islas griegas en verano de 2017, cientos de refugiados viven hacinados en Centros de Recepción e Identificación o tiendas de campaña inapropiadas para pasar el invierno. Viviendas empapadas por la lluvia y hogares sin agua corriente son el día a día de miles de personas con derecho a protección internacional.

Los refugiados en las islas griegas sobreviven en condiciones pésimas

Sibel lleva 3 meses viviendo en una pequeña y húmeda tienda en las colinas de la isla de Lesbos con sus tres hijos y su sobrino. Los cinco huyeron de Siria tras el estallido de la guerra y se ven ahora golpeados por los vientos de invierno y la lluvia a la espera de que su solicitud de asilo se concrete. Su tienda está completamente empapada y sus condiciones no son deseables para ninguno de ellos. Su hija menor, de 7 años de edad, tiene problemas en el intestino. A pesar de recibir tratamiento e irse recuperando, las insalubres condiciones del centro de recepción de Moria, con escaso acceso a agua corriente, dificultan que Sibel pueda seguir cuidando de ella.

Ahora, Sibel y su hija se han convertido en una de las docenas de familias vulnerables que la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, ha trasladado hasta una habitación de hotel para pasar el invierno. “Ahora podremos bañarla con agua caliente”, dice Sibel subida en el autobús que le aleja de Moria, un asentamiento temporal en la isla griega de Lesbos.

Las condiciones para miles de refugiados siguen deteriorándose con la llegada del invierno, por lo que ACNUR ha pedido al Gobierno griego que aumente la velocidad para llevar a cientos de personas hasta tierra firme.

La situación en Lesbos, Chios y Samos, especialmente preocupante

A pesar de que en las últimas semanas se han agilizado los traslados hasta el continente, la llegada del invierno para refugiados e inmigrantes en las islas griegas en el Egeo es especialmente dura. ACNUR, aunque aprecia los esfuerzos realizados, ha mostrado su preocupación y urge a aumentar la velocidad con la que se están transfiriendo a la península.

Desde octubre, el gobierno griego ha trasladado a cerca de 6.000 solicitantes de asilo desde las islas hasta la península con el apoyo de ACNUR. Pero 10.000 personas más necesitan ser trasladadas desde los centros gubernamentales que están actualmente al doble de su capacidad. La saturación en los centros de Moria, en Lesbos, y de Vathy en Samos es lo más preocupante.

Refugees from Afghanistan, wrapped up in blankets provided by UNHCR, wait for a bus that will transport them to the Moria Reception / Registration Center shortly after reaching the island of Lesbos, having crossed part of the Aegean sea from the coast of Turkey to Greece. ; With winter setting in refugees and migrants are still trying to make the dangerous journey towards the Greek island of Lesbos in overloaded inflatable boats, before the weather makes the crossing impossible.
Vulnerable groups like women, children and the elderly are amongst the ones who are often in danger during the perilous boat ride that lasts four hours. 
Often braving rough seas many arrive on the shores of the island in a state of shock and suffering from hypothermia. 
The vast majority of those attempting the treacherous journey are fleeing war, persecution and violence in their country of origin and are in need of international protection.

Refugiados. / © UNHCR/Achilleas Zavallis

 

“El tiempo es de primordial importancia”, ha asegurado Cécile Pouilly, portavoz de ACNUR, por lo que es necesario aumentar la velocidad de los traslados. ACNUR pide al gobierno griego que siga facilitando los traslados y mejorando las condiciones de quienes continúan en los Centros de Recepción e Identificación, especialmente para los más vulnerables como madres solteras, menores no acompañados, ancianos y enfermos.

Desde que en verano de 2017 empezó a aumentar el número de llegadas marítimas hasta las islas griegas del Egeo, la presión en los centros ha ido en aumento y el Gobierno griego ha pasado a hacerse cargo de la infraestructura y servicios de estos centros de recepción, enfrentándose a problemas aún por resolver.

“Esperamos que estos problemas puedan ser solucionados rápidamente y que las personas que se quedan en los Centros de Recepción tengan acceso a un refugio seguro y cálido, con electricidad, agua y sanitarios”, ha dicho Cécile Pouilly, portavoz de ACNUR.

Es necesario más material de invierno ante el aumento de llegadas

A la espera de una solución para quienes permanecen hacinados en los Centros de Recepción e Identificación de las islas griegas, o en condiciones inapropiadas de cara al invierno, ACNUR ya ha entregado más de 240.000 artículos como kits de invierno, mantas y sacos de dormir. Además, se han instalado 18 alojamientos en Kara Tepe, que se suman a los 242 montados durante este año.

Más de 1.700 personas han llegado a las islas griegas del Egeo este diciembre que mantiene una tendencia al alza con 17.700 llegadas desde el mes de julio. Más del 70% proceden de países como Siria, Irak y Afganistán, cuyos ciudadanos son objeto de protección internacional debido a los conflictos en su país, y cuatro de cada diez son menores.

ACNUR confía conseguir 22.000 plazas de residencia en zonas urbanas para refugiados en Grecia en 2018, pero es necesario más material de ayuda urgente de cara al invierno.

Por su parte, los alcaldes griegos de las ciudades y municipios que conforman el programa de alojamiento de ACNUR en el continente han asegurado que continuarán con el plan más allá de 2018 y han dado su firme apoyo en una histórica conferencia en Atenas.

> Puedes hacer un donativo para los refugiados a través de la página web del Comité español de ACNUR.

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