La reforma laboral y la Iglesia animan las Cortes

Sede del Parlamento español. / RR SS
Sede del Parlamento español. / RR SS

Ante la inflación de encuestas electorales se crean nuevos frentes para mantener la polarización con la Iglesia católica en el punto de mira.

La reforma laboral y la Iglesia animan las Cortes

Comienza la campaña electoral de Castilla-León con los resultados amortizados previamente. Las encuestas coinciden en señalar que el resultado final no arrojará sorpresas y que su influencia en la política estatal, a diferencia de los comicios madrileños del pasado mes de mayo, apenas será perceptible. El dato más relevante será el crecimiento espectacular de Vox, correlato del hundimiento de Ciudadanos. Por otra parte las candidaturas provincialistas, tan jaleadas mediáticamente, parece que no llegarán a cuajar. En Castilla-León seguirá gobernando el PP, una constante desde hace décadas, bien en minoría sostenida por Vox o bien en coalición con ese partido, pero no logrará la mayoría absoluta.

No solo los comicios han sido borrados del primer plano sino también la estrambótica polémica provocada por el Ministro de Consumo de forma irresponsable. No es posible colocar en el debate político general un problema sectorial ni aun de forma premeditada. La frivolidad de Alberto Garzón ha dado muchos titulares hasta que aparecieron asuntos más relevantes. La situación de Ucrania los reúne en grado sumo. En el debate parlamentario de esta semana, cuentan los cronistas parlamentarios, que el nivel de varios de los portavoces fue peor que malo, evidenciando desconocimiento de la complejidad del problema. En especial los portavoces de los partidos nacionalistas que forman el Gobierno catalán, con una larga historia de actuaciones en el exterior para lo que dispone de una enorme red de oficinas, demostraron que de los asuntos internacionales no tienen opinión consistente. No fueron los únicos pero si los que más llamaron la atención. En el extremo contrario el PNV mostró criterio, conocimiento y argumentación sólida, como es habitual.

Bien es cierto que para los grandes partidos el formato no era interesante. Una comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, en sesión nocturna, frente a los portavoces sectoriales. Los primeros espadas rehuyeron el debate y delegaron en otros diputados explicar posiciones ya conocidas. El Ministro puso énfasis en corregir la primera toma de posición del Gobierno, mostrando la prioridad de la paz y la distensión, consiguiendo de esa forma que su díscolo socio retirase sus críticas precedentes.

Rusia, Argelia, Marruecos...

Lo que sigue faltando es un análisis riguroso de los desafíos estratégicos frente a algunos países, como Rusia, aliado por otra parte de Argelia, enemigo secular de Marruecos y con una creciente penetración en el Sahel. Recordemos que si el gas alemán depende de Rusia, el de España depende de Argelia, lo que complica aún más la política exterior en el Magreb. No están las Cortes españolas para ese tipo de debates pero el Gobierno debería de procurar difundir sus análisis estratégicos y crear opinión sobre asuntos que pueden mediatizar a nuestra sociedad.

Tampoco hay noticias ni avances en las relaciones con Marruecos, ni al parecer se están activando otros niveles de relación siempre convenientes, a través de las empresas con intereses en aquel país, mediante la cooperación cultural y educativa o a través de una mayor atención a la sociedad marroquí.

La reforma de las relaciones laborales llega a su término

Esta semana se votará en las Cortes la convalidación de la reforma laboral. Se ha constituido un frente contrario al actual texto formado por partidos aliados del Gobierno. Se puede aprobar con los votos de Ciudadanos afrontando el desgaste con los aliados o bien hacer modificaciones más o menos profundas en el texto que provocarían la retirada de la CEOE. Una solución intermedia que se está explorando es derivar las reformas solicitadas por los citados grupos a una modificación puntual del Estatuto de los Trabajadores.

Es como si los juicios criminales más sórdidos se debatiesen no para hacer justicia sino para desarbolar a los rivales. Así funciona la actual política española.

El proceso ha frenado la campaña de promoción personal que desarrollaba la Ministra de Trabajo, denunciada por dichos grupos. No participará en las elecciones castellanoleonesas donde ni siquiera presenta candidatura, ha necesitado el refuerzo del PSOE en las negociaciones que se están produciendo, y parece que tampoco presentará candidatura en Andalucía… Un globo mediático más que pierde fuelle antes de llegar al terreno electoral.

Maniobras contra la Iglesia católica

Con la colaboración entusiasta del primer diario de España, que dedica varios titulares al día al tema, las relaciones con la Iglesia católica se acercan a un punto de conflicto. A un asunto administrativo como los errores en el proceso de inmatriculación de inmuebles eclesiásticos se ha sumado la elevación a debate político de los casos de pederastia en la Iglesia española a lo largo de ochenta años. En el primer caso se ha descubierto que había un cierto número de errores, en torno al 3%, por inscripciones irregulares a nombre de las diócesis cuando en realidad pertenecían a terceros: órdenes religiosas, congregaciones, donaciones que no fueron debidamente registradas, etc. Algún medio ha hablado directamente de delito penal naturalmente a beneficio de inventario.

Que la pederastia es un asunto extremadamente grave, producido en colegios religiosos e internados está fuera de toda duda, legal y moral. Tardíamente, el Vaticano, las Conferencias Episcopales nacionales y las órdenes religiosas afectadas han comenzado a reconocer los hechos, en unos casos pidiendo disculpas, en otros indemnizando y sobre todo poniendo el foco en lo que no debe hacerse. En ese marco ya en marcha, la propuesta de elevar el asunto al debate parlamentario, sin otro objetivo que el desprestigio, puede parecer frívola. Se trata como efecto secundario de situar a los partidos de la derecha en la incómoda situación de guardar silencio o defender a pederastas. Es como si los juicios criminales más sórdidos se debatiesen en el Parlamento, no para hacer justicia sino para desarbolar a los rivales. Así funciona la actual política española. @mundiario

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