Recelos con Sánchez en el mundo económico

Antonio Garamendi. / RR SS
Antonio Garamendi. / RR SS

La patronal propone "explorar" un gobierno alternativo a la coalición del PSOE con Podemos. Garamendi pide un ejecutivo que garantice la estabilidad y la moderación. "Ciertas fórmulas ideológicas, que no prácticas, pueden no ser las más adecuadas para la economía y las empresas", advierte.

Recelos con Sánchez en el mundo económico

España se asoma a un escenario político y económico novedoso derivado de un posible Gobierno de coalición de izquierdas, una fórmula inédita aquí pero no en otros países, ni tampoco en otras esferas de poder como las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos. Galicia, sin ir más lejos, tiene diversas experiencias a todos esos niveles con gobiernos de socialistas y nacionalistas de izquierdas, algunos comunistas. Unas salieron bien, otras no.

La novedad, por tanto, es relativa, pero no por ello deja de ser relevante en términos políticos y económicos. Si bien se verbaliza poco, lo que realmente llama la atención no es tanto un Gobierno de izquierdas como un ejecutivo encabezado por personas que, por mucho que ahora se abracen, se han dicho de todo menos bonito. Pedro Sánchez debe entender que si él no se fiaba de Pablo Iglesias, mal podrán hacerlo quienes, además, están en sus antípodas políticas y económicas; es decir, la mayoría de los españoles. Ahí radica la primera debilidad del posible –que no seguro– nuevo Gobierno de España. Pero no la única.

En Europa occidental, el comunismo y la izquierda del socialismo siempre han estado presentes en todos los parlamentos, pero rara vez han estado representados en los gobiernos nacionales. No hay leyes escritas al respecto pero la realidad es así. Por tanto, modificar ese estatus exige una explicación a fondo –desde luego algo más que un folio y medio de generalidades– y una base parlamentaria, que a día de hoy no existe. Si el PSOE de Pedro Sánchez da finalmente ese paso –histórico– sabe que no solo el partido corre riesgos, sino también el conjunto del Estado. De algo así ya le ha advertido el ex presidente socialista Felipe González.

Un  proceso de tales características no tiene que ser necesariamente negativo para la economía –los empresarios y los sindicatos están habituados a manejar todo tipo de escenarios políticos, y además aprenden rápido– pero debe ser explicado con mucho detalle, lejos de la falta de transparencia que estamos viendo, fruto de una política de comunicación víctima de las peores artes del marketing.

En Alemania, donde no hubo gobierno de coalición de izquierdas, sino de un partido como el PP –democristiano– y otro como el PSOE –socialdemócrata– se pasaron seis meses definiendo cada detalle de su programa de gobierno. No lo hicieron para perder el tiempo ni para marear la perdiz, como se hizo en España entre abril y noviembre, sino para que tanto los gobernantes como los gobernados sepan a qué deben atenerse.

Las primeras reacciones tras el anuncio de un gobierno formado por el PSOE y Unidas Podemos –lejos, por tanto, de la centralidad política– han sido las lógicas, con los empresarios en contra y los sindicatos a favor. Pero esto no solo va de lógica, sino de presupuestos, políticas y resultados, a sabiendas de que en un país como España hay contrapesos, reguladores, controles europeos, políticas comunes con los socios de la UE, una moneda única que exige darle respaldo, etcétera, etcétera.

La patronal es partidaria de "explorar" un gobierno alternativo a la coalición del PSOE con Podemos. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, pide un ejecutivo que garantice la estabilidad política y la moderación. "Ciertas fórmulas ideológicas, que no prácticas, pueden no ser las más adecuadas para la economía y las empresas", advierte.

Hoy por hoy España sigue sin presupuestos actualizados, con un Gobierno en funciones y una expectativa de un ejecutivo de izquierdas sin base parlamentaria asegurada y, en consecuencia, menos aún sin un plan presupuestario estable. Todo lo demás –el marketing de Redondo– puede estar muy bien, pero sirve de poco. @J_L_Gomez

La incertidumbre planea sobre la economía

Dentro y fuera de España, la incertidumbre planea sobre la economía. A los grandes asuntos internacionales –guerras comerciales, Brexit, etcétera– se suman las dudas del proyecto político europeo y la precaria gobernanza en España.

Si aún así la economía sigue creciendo podría pensarse que no es tan grave la cosa, pero todo indica que lo peor está por llegar. Y no precisamente para los países más poderosos, sino para los más débiles. El mundo en su conjunto seguirá creciendo… Menos, como advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pero seguirá creciendo.

Según el llamado think tank de los países ricos, la economía mundial crecerá en 2019 y 2020 al ritmo más bajo desde la Gran Recesión. De entrada, la OCDE vuelve a rebajar las previsiones de crecimiento para 2020 y llama a los gobiernos nacionales a aplicar estímulos fiscales centrados en el medio ambiente y la digitalización. @mundiario

––––––––– PROTAGONISTAS –––––––––

> Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.- Si bien es el primer presidente español doctorado en economía, su discurso político es de los menos económicos de todos los mandatarios españoles desde que se recuperó la democracia. Todo un misterio de su compleja personalidad política.

> Nadia Calviño, ministra de Economía.- Llamada a ser vicepresidenta del Gobierno, pero no la única, la política coruñesa se ha convertido en la garantía de que un hipotético Gobierno del PSOE y Unidas Podemos no romperá nada. En Bruselas parece que se lo creen. ¿Y aquí? 

> Pablo Iglesias, líder de Podemos.- Felipe González, que algo sabe de política, dice que si le dan un carguito a Iglesias no dará tanto la lata con otras cosas, pero el problema no es dar o no la lata, sino gobernar España con los pies en la tierra. Puede estar a la misma altura que Calviño

> Pablo Casado, líder de la Oposición.- Albert Rivera le ha dejado todo el espacio para ser también el líder de la derecha económica. Al Ibex 35 poca utilidad le reportará ya Ciudadanos, pero eso va a condicionar la estrategia de fondo del PP. También, su nivel de responsabilidad. @mundiario

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