Reaparición del nacionalismo en la democracia y su tránsito al secesionismo

Los padres de la Constitución española de 1978.
Los padres de la Constitución española de 1978.

Dando vueltas al círculo caminamos desde la España centralista al comienzo de este período democrático, a las Españas del feudalismo, fueros y autogobierno. ¿Quién gana con esto?

Reaparición del nacionalismo en la democracia y su tránsito al secesionismo

Ciñéndonos a la etapa democrática que surge con la muerte de Franco, la voluntad de Juan Carlos, el consenso de los partidos políticos y la batuta de  Adolfo Suárez, vemos que España siguió un camino que trazaba vías de comunicación con la Republica. Así resurge la Generalitat, los Fueros Vasco y Navarro, y la reclamación del hecho diferencial que representaban los estatutos de autonomía logrados en la Republica por Cataluña, País Vasco y Galicia, lo que acabaría en el actual estado de las autonomías, que al parecer se ha quedado obsoleto en su configuración actual.

De aquel consenso logrado por Hombres de Estado, lo que supuso muchas renuncias y muchos logros a la vez, se está llegando a un estado de desmembración donde los estadistas brillan por su ausencia. Si nos preguntamos por las razones lo más recomendable es hacer lo que hizo Pulgarcito en su cuento y recorrer el camino hacia atrás siguiendo el rastro dejado en forma de miguitas de pan, que aquí son pactos y acuerdos entre partidos. No es difícil ver que tanto PP como PSOE no dudaron en aupar a los partidos nacionalistas, PNV y CIU para obtener su apoyo parlamentario a cambio de prebendas. Estos partidos crecieron, se afianzaron, y se hicieron con el poder en sus Comunidades donde tomaron rumbos diferentes con consecuencias diferentes. Así como el PNV se inclinó por un modelo confederal oculto bajo el Plan Ibarretxe, y acabó aceptando la legalidad pese a la presión etarra, CIU se mostró más posibilista y fué alcanzó logró tras logró para pasar a pedir el logro siguiente, hasta acabar dividido en dos partidos, CDC que apoya el nuevo Statut y demanda un pacto fiscal semejante al concierto vasco, y UDC que deriva hacia el modelo confederal.

Estos dos partidos fortalecidos por los apoyos de los que necesitaban sus votos, y por una ley electoral a su medida, crecieron hasta dominar claramente en sus Comunidades. No contentos con esto tanto el PP como el PSOE apoyaron e hicieron crecer a otros partidos pequeños que nunca lograron el relumbrón de los anteriores. Hablamos del BNG que forma gobierno con el PSOE en Galicia, o de ERC que forma parte del tripartito en Cataluña y que ahora es probablemente el que obtiene mayor respaldo de los catalanes que se han radicalizados tanto como ERC. Esto de la alianza con ERC es reconocido por Carmen Chacón como el mayor error del PSOE-PSC en su larga historia. 

Como los demás partidos que han recibido apoyos, como CC, PAR, etc., no han logrado gran influencia en los radicalismos, ya no mencionaremos más en este artículo. El problema se recrudece ahora, con el problema del nacionalismos desplazado a secesionismo en Cataluña, cuando en ansia de poder lleva a cometer los mismos errores que no logran involucrar a los nacionalistas en la política nacional. Podemos, son la complicidad del PSOE, está dando nueva vida a partidos con capacidad de llegar a ser independentistas si ya no lo son. Pongo de ejemplo al resucitado Beiras, ahora al frente de Anova, que junto con Mareas y Podemos  están reclamando la autodeterminación, la República y la abolición de la vieja Constitución, a Compromis en Valencia, y hasta a Bildu.

Hay muchos a destruir, a tratar de abolir otra Constitución más sin haber introducido ni una enmienda refrendada por los españoles, y muy pocos los que quieren modificarla con enmiendas y reformas que someter a aprobación porque si nos consultan habrán de callar en mucho tiempo. Solo queda el PP, que después de haber creado o consentido la aparición del problema, ahora defiende como la mejor opción no hacer nada salvo que alguien mueva fichas en su línea ideológica, y Ciudadanos que trata de crear un nuevo consenso desde su postura de centro rememorando los logros de Adolfo Suárez en su día, claro que ahora los que ocupan las sillas alrededor de las mesas son otros. Es triste pero podemos acabar echando de menos Felipe, Fraga, Carrillo, Roca, Suárez, y aquellos líderes a los que solo les unía la voluntad de enterrar el franquismo de forma pacífica y en beneficio de España.

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