Quien se sienta cada día sobre el sillón de la mentira, es un personaje indigno

La Moncloa, el palacio del Presidente del Gobierno español.
La Moncloa, el palacio del Presidente del Gobierno español.

Aunque se trate de un Presidente de Gobierno, legítimo, constitucional.

Quien se sienta cada día sobre el sillón de la mentira, es un personaje indigno

Un Presidente del Gobierno que se sienta cada día sobre el sillón de la  mentira, es indigno, aunque su origen sea legítimo, constitucional.

¿Por qué mereció el señor Sánchez la confianza de la Cámara?: entre otros motivos, porque manifestó que la moción de censura tenía como objetivo fundamental “convocar elecciones generales para que los españoles y españolas decidan el rumbo que dar al país con su voto.”

Por si no hubiera quedado claro, en su discurso de investidura reiteró este compromiso en el párrafo siguiente: “Un Gobierno, mi Gobierno, que va a entender como uno de sus principales cometidos la construcción de un consenso para convocar unas elecciones generales.”

Más aún,  ocho días después, al anunciar la composición de su gobierno, dijo que éste sería para “los próximos meses”.

Poco duró su palabra, porque en una entrevista concedida a TVE dieciséis días después de tomar posesión del cargo, dejó claro que su palabra es pluma al viento y, como tal, veleidosa, antojadiza, caprichosa, mudable, voluble y frívola.

A finales de diciembre, presumió de haber hecho más cosas en sus siete meses de gobierno que el señor Rajoy durante siete años, pero olvidó decir cuántas veces ha incurrido en el dicho “donde dije digo, digo Diego”: respeto a los PGE aprobados por PP, Ciudadanos y PNV; concepto del delito de rebelión; financiación de la subida de las pensiones y derogación de la reforma laboral, entre otras.

Alguna de estas discordancias fueron explicadas por la ínclita Vicepresidenta del Gobierno de la siguiente forma: “perdone que le diga, somos gobierno, ahora”.

No entraré en más detalles acerca de lo que  prometió y no hizo, ni siquiera en si lo que ha hecho es algo, poco o nada; tampoco discutiré los resultados prácticos de su repetida llamada al diálogo con el señor Torra, porque ahí están los resultados: de momento “le ha salido el tiro por la cuneta”, como dijo otro insigne socialista en el Congreso de los Diputados.

El DRAE da como primera acepción de mentira: “Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente.” Y quien miente, es mentiroso.

La mentira, señor Sánchez, siempre ha estado muy mal vista. Por otra parte, mentira, hipocresía y corrupción tienen algunos linderos comunes. Usted llegó como un adalid de la honradez y la transparencia para combatir la corrupción, que es una forma de mentir.

Quien miente suele ser hipócrita y la más expresiva representación de la hipocresía es el sepulcro blanqueado: podredumbre escondida bajo apariencia de pulcritud. @mundiario

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