¿Quién manda en el Gobierno de España?

Las salidas y entradas de ministros han producido sorpresa, pues desaparecen del Gobierno algunos de los que parecían más fieles a quien les nombró. Por otra parte, permanecen varios de los que han sembrado la polémica con frecuencia, caso del Ministro de Interior. Finalmente, los que pertenecen a Podemos, permanecen en sus puestos, a pesar de que a uno de ellos no se le conoce la voz, como es el caso del Ministro de Universidades, y, otro, que habla poco, de vez en cuando siente la necesidad de hacerlo para que no se olviden de él, y cuando abre la boca desbarra; habrán advertido que me refiero a Alberto Garzón.

Su declaración de hace un año, “el turismo que viene a España es de poco valor añadido”, provocó desconcierto y perjuicios, y, un año después, vuelve a enredar. Dice que los españoles debemos consumir menos carne. Inmediatamente han cundido las voces discrepantes y se han movilizado los bomberos. Entre las primeras, el gremio ganadero, indignado con esa afirmación irresponsable que tanto daño puede hacer a la ganadería e industria cárnica españolas; entre los segundos, han acudido rápidamente a apagar el fuego el ministro de Agricultura –que, según sus manifestaciones, desconocía que existiera una campaña oficial en el sentido indicado- y hasta  el Presidente del Gobierno ha afirmado que “un buen chuletón al punto es imbatible”.

El ministrillo se ha apresurado a hacer un amago de rectificación: quise decir “consumir menos carne roja en beneficio de la salud y lo mantengo”. Otras polémicas anteriores  fueron en torno al  jamón, aceite y queso.

Pues bien, ahí permanece Garzón y, sorprendentemente, a quien ha cesado el Presidente del Gobierno ha sido al Ministro de Agricultura.

Alberto Garzón creyó que la aparición de su nombramiento en el BOE le concedía el don de la ciencia infusa, a lo que añadió un cambio claro de look: traje –cada vez con mejor corte-, corbata frecuente, gafas de apariencia intelectual, barba y cabello más cuidados; en fin, cambio de vestuario, como hacen los actores cuando han de modificar su apariencia para representar un nuevo papel, pero ya dice el refrán que “aunque la mona se vista de seda, mona se queda.”

Pero lo grande es que este señor dijo que su objetivo era limitar drásticamente las casas de apuestas, los juegos on line y la publicidad de ambas actividades, por el daño que ocasionaban a los jóvenes y otros sectores de población, y ahí está el resultado. Nada de nada.

Ignorancia, irresponsabilidad, falta de respeto a sus colegas de Agricultura y Sanidad y olvido de uno de los compromisos del gobierno de coalición, en virtud del cual cada ministro hablaría solamente de los asuntos de su cartera, para evitar interferencias.

Recientemente, dijo en una entrevista “leyes que hemos proponido cambiar  en el Congreso”  y “pone de manifestación”; ni lo del turismo ni lo de la carne son casualidades, sino consecuencias de la ignorancia.

A la vista de estos hechos, cabe preguntarse, no sin fundamento: ¿Quién manda en el Gobierno? Da la impresión de que su Presidente es un rehén voluntario y agradecido de Podemos y de los partidos que lo sustentan, con vistas a mantener la huída hacia el final de la legislatura. ¿Y después? Pues ya veremos, parece que dice él.

A esto hay que añadir la opinión de Podemos sobre el hecho de que Cuba no es una dictadura y la de la ministra portavoz -y otras ministras-, cuando en su primera rueda de prensa, ante sus evasivas, varios periodistas insistieron en la pregunta acerca de si Cuba es una dictadura: ”España es una democracia”, fue su respuesta. ¿Dónde estamos?, ¿quién nos gobierna? @mundiario