¿Qué es el código de fronteras Schengen y por qué Bruselas pide una reforma?

Espacio Schengen. _ Pexels.
Espacio Schengen. / Pexels.

La Comisión Europea da luz verde a un proyecto de reforma que permitiría al club decretar un cierre general de fronteras exteriores para responder “conjuntamente” ante  “nuevas amenazas”.

¿Qué es el código de fronteras Schengen y por qué Bruselas pide una reforma?

La Comisión Europea ha dado luz verde este martes a un proyecto de reforma de la zona Schengen que persigue un objetivo clave: una mayor coordinación entre los Estados miembros de la Unión Europea. La iniciativa está centrada en la actualización del código de fronteras de Schengen y, entre otras cosas, permitiría al club decretar un cierre general de las fronteras exteriores para responder “conjuntamente” ante “nuevas amenazas”: desde una futura crisis sanitaria hasta nuevos movimientos migratorios. 

“La crisis de refugiados de 2015, la avalancha de ataques terroristas en suelo europeo y la pandemia mundial de COVID-19 han puesto al espacio Schengen bajo presión. Tenemos la responsabilidad de reforzar la gobernanza de Schengen y asegurarnos de que los Estados miembros estén equipados para garantizar una respuesta rápida, coordinada y europea a las situaciones de crisis, incluso en las que se instrumentaliza a los inmigrantes. Con las propuestas de hoy, fortaleceremos esta 'joya de la corona' tan emblemática de nuestro estilo de vida europeo”, ha señalado el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, en la presentación del proyecto. “La heterogeneidad en las decisiones sobre las fronteras exteriores no es buena para la zona Schengen”, ha añadido. 

El código de fronteras de Schengen

El código de fronteras de Schengen recoge las normas aplicables a toda persona que cruce los límites fronterizos exteriores del espacio de Schengen, que comprende a 26 países europeos que han abolido las fronteras comunes (fronteras internas) y adoptado controles comunes para gestionar las exteriores.

“El espacio Schengen alberga a más de 420 millones de personas en 26 países. La supresión de los controles en las fronteras interiores entre los Estados Schengen es una parte integral del estilo de vida europeo: casi 1,7 millones de personas residen en un Estado Schengen y trabajan en otro. La gente ha construido sus vidas en torno a las libertades que ofrece el espacio Schengen, con 3,5 millones de personas cruzando entre los Estados Schengen todos los días”, expone el equipo de Ursula von der Leyen. 

Ahora, la Comisión Europea propone un nuevo mecanismo de salvaguardia para proporcionar una respuesta común en las fronteras externas en situaciones de amenazas (sanitarias, de seguridad interior o relacionadas con políticas públicas) que afecten a la mayoría de los países comunitarios.

 

Futuras crisis sanitarias

Así, la propuesta para enmendar el código de fronteras pretende otorgar a Bruselas una base legal más sólida para hacer frente a nuevos desafíos. En concreto, Bruselas propone introducir una norma al artículo 21 del código Schengen, que dejaría en manos del Consejo de la UE la potestad para decretar -a propuesta de la Comisión Europea tras la alerta del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades-, un cierre generalizado y obligatorio para todos los Estados miembros ante cualquier amenaza con potencial epidémico. Ahora mismo, la decisión es de cada país.

“La pandemia ha demostrado muy claramente que el espacio Schengen es clave para nuestras economías y sociedades. Con nuestras propuestas de hoy, nos aseguraremos de que los controles fronterizos se introduzcan como último recurso, sobre la base de una evaluación común y solo durante el tiempo que sea necesario. Estamos brindando a los Estados miembros las herramientas para abordar los desafíos que enfrentan. Y también nos aseguramos de gestionar juntos las fronteras exteriores de la UE", ha dicho la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson. 

Controles fronterizos 

La reforma, además, modificaría las normas sobre controles internos dentro de la zona Schengen (artículos 25 y 28) al incluir la posibilidad de levantar nuevos controles fronterizos en caso de movimientos secundarios, es decir, cuando los migrantes irregulares se desplazan desde su Estado de llegada hacia otro país de la UE. 

Este último punto es el que más desconfianza genera a países como España, Italia o Grecia, sometidos a fuertes presiones migratorias. “Schengen se creó para la libertad de movimientos dentro del espacio europeo, para la libertad de movimientos de los ciudadanos europeos, y ese logro es un logro de la construcción europea. España no va a permitir que se vaya atrás en él”, defendió este lunes el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, tras un encuentro con sus homólogos en Bruselas. “Los que creemos en Europa consideramos que tiene que avanzar, no retroceder”, agregó. 

El documento del proyecto finalmente limita la opción de los nuevos controles en las fronteras a movimientos “de gran escala” y la autorización a las devoluciones ‘en caliente’ dentro de la zona Schengen a migrantes irregulares que han sido detenidos “durante una operación conjunta de las policías de los países de los dos lados de la frontera”.


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Endurecimiento de las normas de asilo

Asimismo, Bruselas ha puesto esta propuesta encima de la mesa como una herramienta para luchar contra las campañas de países terceros que buscan “instrumentalizar” la migración para desestabilizar a un socio de la Unión, como ha ocurrido con Bielorrusia y Polonia. 

“Esto incluye la posibilidad de extender el plazo de registro para las solicitudes de asilo hasta 4 semanas y de examinar todas las solicitudes de asilo en la frontera, excepto los casos médicos. Se debe seguir garantizando el acceso efectivo al procedimiento de asilo y los Estados miembros deben garantizar el acceso a las organizaciones humanitarias que brindan asistencia. Los Estados miembros también tendrán la posibilidad de establecer un procedimiento de gestión del retorno de emergencia. Por último, cuando se solicite, las agencias de la UE (Agencia de Asilo de la UE, Frontex, Europol) deberían proporcionar apoyo operativo al Estado miembro en cuestión como cuestión prioritaria”, detalla el documento.

Ahora, el Parlamento Europeo y el Consejo deberán examinar y adoptar las propuestas. @mundiario

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