Pujol no entraría en prisión por su edad, aún asumiendo las culpas por salvar a su familia

Artur Mas y Jordi Pujol.
Artur Mas y Jordi Pujol.

Su nombre quedará grabado con tintes negros en la historia de Cataluña, como un delincuente fiscal cuando, hasta ahora, era el hombre que había luchado por la independencia de su país.

Pujol no entraría en prisión por su edad, aún asumiendo las culpas por salvar a su familia

Su nombre quedará grabado con tintes negros en la historia de Cataluña, como un delincuente fiscal cuando, hasta ahora, era el hombre que había luchado por la independencia de su país.

Jordi Pujol i Soley, el hombre que durante casi un cuarto de siglo ha sido presidente de la Generalitat de Cataluña y que a la vez más ha contribuido a la estabilidad política de la España democrática, ha activado toda una bomba judicial, económica, financiera y política. Atrás, por tanto, no solo queda su gestión en el Gobierno catalán, sino también sus pactos con el PSOE y con el PP, con Felipe González y con José María Aznar, a cambio de más transferencias, dinero e impuestos para Cataluña.

Su confesión como delincuente fiscal durante 34 años se suma a un sinfín de casos de corrupción política en España. Casi en vísperas de la decisiva entrevista entre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ex presidente Pujol ha reconocido que tiene dinero en el extranjero y que su familia ha movido dinero en paraísos fiscales.

Su declaración es suficientemente reveladora de la gravedad de la situación: "De los hechos descritos y de todas sus consecuencias (sobre los cuales ha pedido perdón), soy el único responsable y quiero manifestarlo de forma pública, con mi compromiso absoluto de comparecer ante las autoridades tributarias o, si es preciso, ante instancias judiciales, para acreditar estos hechos y de esta manera acabar con las insinuaciones y los comentarios”. Pero a la vez su declaración es muy poco concreta, ya que no habla de ninguna cantidad y se refiere a una herencia que su padre, Florenci Pujol, le dejó a su esposa, Marta Ferrusola, y a sus hijos que, por podrían haber regularizado recientemente.

¿De dónde procedía el dinero de esa herencia que su padre poseía en el extranjero? Según Pujol, procedía “del rendimiento de una actividad económica de la cual ya se ha escrito y comentado”, sin especificar cuál.

Distintos medios recuerdan que en 1959 se supo que Florenci Pujol y David Tennenbaum, un socio con el que había regentado un negocio de bolsa y cambio de divisas, cometieron irregularidades fiscales y que utilizaron a testaferros para comprar el embrión de lo que más tarde sería Banca Catalana.

Casualmente, un escándalo de Banca Catalana terminó implicando al propio Jordi Pujol cuando en 1984 los fiscales Carlos Jiménez Villarejo -ahora eurodiputado de Podemos- y José María Mena presentaron una querella contra directivos de esa entidad, entre los que se encontraba Pujol, por el supuesto desvío de fondos y por comprar irregularmente valores inmobiliarios con dinero de la caja b, para financiar distintas operaciones gravosas para la entidad, que terminó siendo intervenida por el Estado en 1982.

Banca Catalana tenía, cuando Jordi Pujol abandonó la entidad en 1976, un déficit de 11.086 millones de pesetas, según aseguraron en su día los fiscales Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena en el escrito de petición de procesamiento presentado ante el Pleno de la Audiencia Territorial de Barcelona.

Como recuerda el periodista José Oneto, entonces Pujol se envolvió en la bandera catalana y consiguió salvarse. Ahora, con 84 años, ¿también logrará salvarse? Por su edad, no entraría en prisión, asumiendo todas las culpas para salvar, eso sí, a su familia, aunque su nombre quedará grabado con tintes negros en la historia de Cataluña, como un delincuente fiscal cuando, hasta ahora, era el hombre que había luchado por la independencia de su país y por hacer de él un miembro más de la Unión Europea.

"Al final -escribe también Oneto-, desgraciadamente para él, no pasará a la historia como Francesc Macià, ni como Lluís Companys, sino como toda una serie de turbios personajes que han marcado la reciente y más negra historia de Cataluña, como el juez Pascual Estivill, el empresario Javier de la Rosa o su propio abogado, Juan Piqué Vidal, todos amigos o miembros de su círculo más próximo.

Qué fue Banca Catalana
Banca Catalana fue una entidad financiera española creada en marzo de 1959 por Florenci Pujol Brugat, su hijo Jordi Pujol y Francesc Cabana i Vancells, con la compra de la Banca Dorca de Olot por un grupo de personas de sectores económicos diversos. En 1961 trasladó su central a Barcelona y cambió su nombre por el de Banca Catalana.
Tras la caída financiera que devino sobre la entidad en el llamado "Caso Banca Catalana", el grupo pasó a formar parte de un consorcio de grandes bancos españoles en 1984. El Banco de Vizcaya se haría con su control un año después y posteriormente pasaría a liquidar la empresa y la marca comercial e integrar sus activos en el que a día de hoy es BBVA.

 

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