Puigdemont exige un encuentro con Rajoy y no descarta regresar a España

Carles Puigdemont. / Twitter-DW
Carles Puigdemont en su comparecencia en Bélgica. / Twitter-DW

El expresidente de la Generalitat ha avisado al presidente que los comicios de este jueves son una confirmación del referendo del 1 de octubre.

Puigdemont exige un encuentro con Rajoy y no descarta regresar a España

Tras haber conocido y celebrado los resultados de las elecciones del jueves, Carles Puigdemont ha pedido desde Bruselas una "reunión sin condiciones" a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno. Da igual el escenario, siempre y cuando no se salga de las fronteras de la Unión Europea, incluso podría volver a España "si se dan las garantías", lo que el destituido presidente de la Generalitat quiere es encararse con el jefe de Gobierno toda vez los resultados de los comicios del 21 de diciembre no hicieron sino confirmar a las fuerzas independentistas como las más fuertes en conjunto. "Los votos independentistas suben. Los partidos que son partidarios de un referéndum suman más del 55% de los sufragios", explicó desde Bélgica. "El siguiente paso debe ser una reunión para empezar a encontrar soluciones políticas a un problema después de que los catalanes se hayan expresado de forma masiva", agregó. El exdirigente no ha puesto ninguna condición salvo que el primer paso sea "reconocer al interlocutor".

Puigdemont acudió nuevamente al discurso victimista en el que se puso a sí mismo como el hombre que insiste en el "diálogo" para bajar la tensión entre Barcelona y Madrid, mientras que Rajoy "lo ha intentado todo, incluida la represión policial y una delirante represión penal, excepto el diálogo bilateral". Posteriormente, y tal y como hiciera en avanzadas horas de la noche del jueves, volvió a echar en cara que la fórmula del artículo 155 "no ha funcionado" visto lo visto en las votaciones de ayer. "Ahora toca restituir a un Gobierno legítimo, retirar a la policía que ha enviado a Cataluña y dialogar sin condiciones previas". "Los partidos independentistas no han dejado de sumar votos en cada convocatoria electoral, ahora con más de un 80% de participación: es la hora de la política, no puede ser que la gente se exprese y que los políticos no encontremos la manera de hablar. Y para eso reconocer la realidad es indispensable", explicó a los medios.

En Bruselas, no obstante, no encontrará cariño, pues el Ejecutivo continental ya ha repetido que "no va a cambiar" su posición y seguirá del lado de Rajoy contra viento y marea. La Comisión Europea sí se quejó de la violencia de las cargas policiales del 1-O, pero poco más, y de hecho hasta hoy guarda silencio en relación al proceso judicial que ha llevado a varios exconselleres a prisión, incluido Oriol Junqueras, quien fue vicepresidente de Puigdemont. Así las cosas, el autoproclamado "presidente legítimo" de Cataluña ha pedido a la comisión "que escuche a Cataluña tras el rotundo resultado electoral". "No le pido a la Comisión que cambie sus posiciones, a pesar de que la receta de Rajoy ha fracasado: solo le pido que nos escuche", dijo. "Nos hemos ganado el derecho a ser escuchados".

Luego, en relación a si volverá o no a Barcelona si llegase a ser nombrado presidente catalán, el fugitivo no ha querido dar una respuesta contundente. "Si soy presidente, tendré que entrar en el Palau de la Generalitat. Y tendrán que salir de la cárcel el vicepresidente y los consejeros. El Estado español tiene el deber de restituir lo que el propio Gobierno calificó de decapitación del movimiento independentista después del 21-D", explicó.

También titubeó cuando fue preguntado sobre si está dispuesto a optar por la vía unilateral, pero de cualquier forma sus declaraciones hacen pensar que no es su opción preferida. "El próximo paso es el diálogo". "La república ya está proclamada; el mandato del 1-O tiene la ratificación del 21-D, que ha sido una especie de segunda vuelta del referéndum, y con las reglas impuestas por el Gobierno español. Es hora de hablar y de buscar soluciones políticas", aseguró. Luego explicó que todavía no es tiempo para empezar a trazar ya la agenda de los próximos días, pero que tampoco quiere empezar a poner precondiciones para su potencial reunión con Rajoy. "El diálogo siempre ha sido el objetivo: solo hubo unilateralidad cuando quedó claro que la otra parte no quería diálogo y optó así mismo por la unilateralidad", añadió.

Su estado de ánimo es tal que llegó a decir que no necesita de la CUP para volver a formar Gobierno. "Podemos gobernar ERC y Junts per Catalunya: el bloque alternativo no puede competir con nuestros apoyos. Nuestra idea es intentar llegar a acuerdos también con la CUP, pero no solo con la CUP: con todos los partidos que compartan que se ha acabado la receta unilateral del Estado español", explicó en alusión a En Comú-Podem. @mundiario

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