Puigdemont contesta a MUNDIARIO

Los mensajes de Puigdemont. / TV
Los mensajes de Puigdemont. / TV

¿Tragedia o farsa en Cataluña?, nos preguntábamos en este periódico. La duda fue despejada claramente por el propio Puigdemont. Como era previsible, optando por la farsa. Es el testamento de quien durante años jugó al engaño, no con Madrid sino con todos los catalanes.

Puigdemont contesta a MUNDIARIO

No esperaba este articulista que la duda, ciertamente retórica, que ayer daba título al artículo publicado en MUNDIARIO, ¿Tragedia o farsa en Cataluña?, fuese despejada claramente por el propio Puigdemont. Como era previsible, optando por la farsa. La sucesión de mensajes telefónicos que de forma, tal vez casual o más probablemente premeditada, dejó fotografiar el único diputado que permanece huido, es el testamento de quien durante años jugó al engaño, no con Madrid sino con todos los catalanes a los que representaba como Presidente. En la estela de Pujol, el daño causado a la credibilidad de la autonomía catalana, a su economía, al propio  soberanismo y a la imagen de Cataluña, es incomensurable. Por no citar el profundo cisma social. Él mismo lo viene a reconocer en la serie de mensajes publicados.

A la misma hora en la que se confesaba de esa forma, sus acólitos de la ANC a los que financió con dinero público para hacer trabajo de partido, junto con otros grupos antisistema, forzaban el recinto del Parlamento catalán, se enfrentaban a la policía autonómica e insultaban gravemente a los diputados del partido que ha ganado las elecciones. Para evitar otro juicio, la ANC difundía un mensaje telefónico. En esta ocasión no portaban el altavoz utilizado en el primer día del conflicto, durante el bloqueo de la Consejería de Economía que ha llevado a la cárcel al presidente de esa entidad  por jalear e incitar a los disturbios.

El diputado huido que ha servido de canal para dar a conocer el pensamiento real del ex-Presidente, no ha dimitido, según informaciones de prensa no desmentidas, por intereses económicos

Y siguen los despropósitos. El diputado huido que ha servido de canal para dar a conocer el pensamiento real del ex-Presidente, no ha dimitido, según informaciones de prensa no desmentidas, por intereses económicos. Al tiempo se van conociendo nuevos detalles sobre la actuación de la policía autonómica, de inhibición durante la pseudo-votación del 1 de octubre y de ocultación de la comunicación de la CIA alertando del riesgo de atentado yihadista en Barcelona, como así ocurrió. Hechos ambos negados enfáticamente por los responsables policiales y por el consejero de Interior, hoy en prisión, pero que ya ha dimitido de su escaño y trata por todos los medios de abandonar la cárcel.

El reconocimiento del engaño a gran escala, el fraude en el uso de fondos públicos, sin cuantificar totalmente, la utilización sectaria de las instituciones y el desprecio por las formas democráticas, quedarán en el haber de los grupos nacionalistas. Hoy mismo el Presidente de la Comisión Europea en un coloquio de Bruselas alertaba de los peligros de populistas y nacionalistas, parafraseaba a Mitterand: "Son veneno. Son la guerra". Tanto el orador citado como el invocado, sabían de lo que hablaban y del daño que esas tendencias en manos de dirigentes sin escrúpulos causaron en Europa desde principios del siglo XX hasta 1945. Contra esas tendencias nació la hoy llamada Unión Europea.

El falso dilema de la política catalana, soberanismo o Madrid, ha durado mucho tiempo y ha generado muchos beneficios para quienes han dirigido los gobiernos nacionalistas

Todavía no se ha producido ninguna reacción digna en el bloque soberanista. Como apuntábamos en el anterior artículo, quien debe hacerlo, ERC, es un partido débil frente a su socio y no quiere asumir el coste de imagen diciendo la verdad a sus electores. El falso dilema de la política catalana, soberanismo o Madrid, ha durado mucho tiempo y ha generado muchos beneficios para quienes han dirigido los gobiernos nacionalistas. Iniciar una política más racional no es sencillo. El contexto nacional, con partidos estatales débiles, tampoco ayuda a formular políticas de largo alcance.

Es momento de alta política, suele decirse, pero no hay políticos con grandes visiones y con la fuerza electoral suficiente para aplicarlas. Toca seguir desmenuzando cada día las claudicaciones, mentiras y caída de quienes querían hacer historia y son ya pasado lamentable. A la espera de tiempos mejores que antes o después llegarán. @mundiario

Comentarios