¿Puede gobernar la izquierda en Galicia sin presentar una alternativa común?

Alberto Núñez Feijóo. / TVE
Alberto Núñez Feijóo. / TVE

Feijóo lleva tres legislaturas de presidente y, por tanto, es lógico que sufra desgastes en algunas áreas de gobierno, pero no es menos cierto que su figura sigue en pie, fruto de una cuidada política de marketing, diseñada por cualificados asesores. De hecho, la marca Feijóo es el gran activo del PP.

¿Puede gobernar la izquierda en Galicia sin presentar una alternativa común?

En números redondos, el PSdeG - PSOE, el BNG y la coalición que encabeza Podemos suman más o menos lo mismo que el PP en Galicia y más sumarían si lograsen seducir a los miles de gallegos que se abstienen o que votan en blanco. Su objetivo electoral tendría que centrarse, por tanto, en alentar una alternativa creíble, ya que si se aferran al lamento acabarán instalados en la melancolía, con Alberto Núñez Feijóo de presidente, por cuarta vez consecutiva.

Feijóo lleva tres legislaturas de presidente y, en consecuencia, es lógico que sufra desgastes en algunas áreas de gobierno -industria, sanidad, ...- , pero no es menos cierto que su figura política sigue en pie, fruto de una cuidada estrategia de marketing, donde se nota la mano de cualificados asesores. De hecho, la marca Feijóo es el gran activo del PP en Galicia.

La estrategia del PP es clara: o Feijóo o un gobierno de varios partidos, entre ellos algunos que vienen de guerras internas. En este contexto, ¿puede gobernar la izquierda en Galicia sin explicitar una alternativa política cohesiva? Si los partidos de la izquierda afloran suficiente unidad interna y liderazgo, y también son capaces de proyectar un mínimo común denominador para desarrollar la estrategia progresista que abanderan, podrían motivar al electorado y terminar gobernando. El clima político español debería ayudarles pero, sobre todo, debería empujarles a ser útiles políticamente.

La realidad indica que el PSdeG - PSOE, el BNG y la coalición de Podemos saben quejarse juntos -por ejemplo, para denunciar que la derecha es poco social, privatiza, etcétera- pero también revela que les cuesta ponerse en valor en la misma foto, asumiendo que unos sin los otros no pueden gobernar.

En una primera etapa, la Xunta de Feijóo deshizo más de lo que hizo, para neutralizar las políticas del bipartito PSOE - BNG, y en una segunda fase supo ajustar mejor las cuentas que desplegar políticas de vanguardia, pero la imagen de su presidente sigue siendo buena y el PP en Galicia es un partido de gobierno. Es la izquierda la que tiene que demostrar que tiene una alternativa mejor y un líder capaz de medirse con Feijóo. Y, por lo que se ve, parece más fácil decirlo que hacerlo. Veremos qué da de sí la campaña electoral del 5-A. @J_L_Gomez

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