El PSOE parece que quiere que el Parlamento le saque 'tarjeta roja' a Dios

Elena Valenciano, en la Conferencia Política del PSOE.
Conferencia Política del PSOE.

Con una sola votación y suponiendo que acertasen con el botón adecuado, se podría reprobar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en un único esfuerzo digital.

El PSOE parece que quiere que el Parlamento le saque 'tarjeta roja' a Dios

A un pueblo que ya no espera milagros de sus políticos, de sus banqueros, de sus líderes empresariales y sindicales, de sus Reyes, de sus jueces, de sus intelectuales, de sus gurús mediáticos, es una putada embargarle el clavo ardiendo de un Dios.

Elena Valenciano, erre que erre, ha vuelto a amagar con sacarle tarjeta roja a Dios. Quiere llevar su caso al Parlamento y convencer a sus señorías para que apoyen su reprobación. Claro, como les han fallado las reprobaciones de Ana Mato, de Wert, de la señora Ministra de Desempleo y del propio Rajoy, se conoce que ha pensado que todo puede resultar más sencillo, ¡ojos que no ven corazón que no siente!, sometiendo a la reprobación de sus señorías a un Señor al que, como todo el mundo sabe, no se le ha podido ver desde hace más de 20 siglos.

   Esta hipotética e intrépida propuesta parlamentaria, vendría además con una sutil oferta de 3x1 tan difícil de rechazar como la tentadora oferta de tres gafas por el precio de una del dichoso Alain Afflelou. O sea, con una sola votación y suponiendo que las señoras y señores diputados, por una vez, acertasen con el botón adecuado, se podría reprobar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en un único esfuerzo digital. No me negarán ustedes que, semejante perspectiva, se presenta como un paradigma futurible de eficacia y excelencia parlamentaria.

Rubalcaba, el Ave Fenix que quiere resurgir de las cenizas del Concordato

  El PSOE es que lleva meses obsesionado con dejar a la derecha española huérfana de Dios. Sobre todo Rubalcaba, que ya ve fantasmas por todas partes, vive convencido de que el Sumo Hacedor es talmente el Primo de Zumosol de un Partido Popular que, sin protección celestial, no tendría media bofetada electoral. Primero amagaron con denunciar el Concordato si la Ley Gallardón del aborto o la Ley Wert de educación no metían la marcha atrás. Después aprovecharon la reciente Conferencia Política del partido para meterle el miedo en el cuerpo a la Conferencia Episcopal. Y, ahora, en plena resaca de la beatificación socialista de Susana Díaz en el cónclave de Andalucía, Ferraz han decido sacar a la desesperada su último as en la manga: montarle un “golpe de Estado” a Dios en el hemiciclo.  

  Al final, curiosamente, va a resultar que los caminos del señor Rubalcaba, con s minúscula, van a ser como los caminos del Señor con S mayúscula: inescrutables, tío. Precisamente, ahora que en el Vaticano se ha colado el primer Papa Jesuita y desde el balcón que da a la Plaza de San Pedro y del mundo clama la voz de un teólogo de la liberación; ahora que se les riñe a los ricos y cotizan al alza los pobres en la bolsa de valores del descendiente de Pedro; ahora que el timonel de la Iglesia Católica pone rumbo a babor, con destino a la flexibilización de las prácticas anticonceptivas, a las cruzadas contra la brecha social (ese otro amenazador agujero en la capa de ozono de naturaleza humana), al desguace de la obscena opulencia y riqueza de la Curia, al impulso del papel de la mujer en el machista y hermético organigrama apostólico y romano…Ahora, ¡que error, qué inmenso error!, llega el comandante del socialismo español y manda parar. ¡Manda carallo!

¡Qué forma de desaprovechar a un Papa Rojo, con perdón!

  ¿Qué cerebros, qué fontaneros de Ferraz no han entendido que Roma está en un proceso irreversible de metamorfosis? Ahora que los españoles estamos a punto de exclamar ¡good bye Rouco!, y Dios y su vicario en la Tierra se están afiliando a la socialdemocracia, y al reclamo del V Centenario de Santa Teresa (aquella del brazo incorrupto tan eficaz para el franquismo, je)  puede que se pasee por las calles de España un Papa Rojo, ¡el Señor me perdone!, en pleno año electoral de 2015, resulta que estos chicos de Ferraz deciden pegarse un tiro en el pie ¡Qué mal momento han elegido para desenfundar el mantra de la excomunión del Concordato, oye! Servidor, la verdad, intuía que en Ferraz eran bastante zotes. Pero, a mis escasas luces, están superando todas las expectativas. No se han enterado de que, por una vez en la historia, una conjunción de astros augura que el Papa Francisco y su comitiva pueden dejar en la España preelectoral de 2015 pasos progresistas con huella en las urnas. Para una vez que los alisios de la Iglesia le podían ser propicios, están incurriendo en el fallo garrafal de los navegantes inexpertos: mear contra el viento.

¡Ahora que Dios y el Papa se están afiliando a la socialdemocracia…!

  Ni Felipe, el genuino Mesías del socialismo español, le echó un pulso a aquel Dios de la post-transición que la derecha seguía vistiendo de azul. Incluso ZP, aquel entusiasta rebelde sin causas, se acogió a la sabiduría popular, ¡Zapatero a tus zapatos!, cuando descubrió el significado del enigma del Quijote en su críptica reflexión a su fiel escudero: ¡con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho! Y en vez de enviar a Roma una sabia pero frustrante rectificación, ¿recuerdas?, envió a María Teresa Fernández de la Vega a rectificar con sabiduría sobre la marcha. Ha sido ahora, precisamente ahora que parece que el tal Dios inicia una nueva expulsión de los mercaderes de sus templos, se niega a compartir el  five o´ clock “Tea” con la peña del “Party”, designa a Francisco como Moisés para llevar a sus pueblos desde la esclavitud del capitalismo feroz a la tierra prometida del reequilibrio social. Ahora que todavía permanecen las huellas digitales socialistas de Paco Vázquez en la añeja embajada de España en el Vaticano, que aseguran que Gregorio Peces Barba ejerce de asesor para asuntos españoles allí arriba y que le llegan cartas con remite del cielo a Pepe Bono, del puño y letra de su máximo Delegado en la Tierra. Ha sido ahora, ya digo, el inoportuno momento elegido por Ferraz para enviar a Cristo al Calvario del anticlericalismo, el ateísmo minoritario y el caldo de cultivo laicista de una masa enardecida e indignada proclive a desahogarse gritando a todo lo que se mueva: ¡crucificadlo, crucificadlo!

 Todo absolutamente legítimo, señores. Incluso que Rubalcaba asuma el papel de Poncio Pilatos. Ahora, también te digo una cosa desde la asepsia religiosa y el escepticismo teológico: éramos pocos y se ha puesto de parto el PSOE. A un pueblo que no puede esperar milagros de sus políticos, de sus banqueros, de sus líderes empresariales y sindicales, de sus Reyes, de sus jueces, de sus intelectuales, de sus gurús mediáticos, gente así, es una putada embargarle también el clavo ardiendo de Dios.

Inventario de católicos
Hurgando en las entrañas del CIS se adjunta una aproximación de inventario de católicos.
  1. El 92% de votantes del PP, el 78% de votantes del PSOE y un 50% de votantes de IU-ICV, se declaran católicos.
  2. Un 25% de electores del PP, un 10% de electores del PSOE y un 4% de electores de IU-ICV son católicos practicantes..
  3. En términos absolutos, más de dos millones de electores del PP, un millón de electores del PSOE y unos 20 mil electores de IU-ICV acuden religiosamente a misa los domingos y fiestas de guardar.
  4. El número de españoles que se proclaman ateos ronda el 7% de la población.

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