El PSOE y Podemos se dividen por la agenda de diálogo sobre Cataluña

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. / RR SS
Pedro Sánchez. / RR SS

Los socialistas se alinean con la derecha para rechazar la idea de CUP, que busca la realización de un referéndum y una ley de amnistía para los presos del procés. 

 

El PSOE y Podemos se dividen por la agenda de diálogo sobre Cataluña

La polémica sobre la propuesta de indultar a los presos del procés ha llegado al Congreso. El PSOE y Podemos, aliados en La Moncloa, se han dividido en la votación de una moción de la CUP que insistía, además, en dicha propuesta y un referéndum de autodeterminación para Cataluña.

Los socialistas ha rechazado la iniciativa, con el apoyo de los partidos de la derecha (PP, Vox y Ciudadanos), porque no quiere predeterminar el guion de la mesa de diálogo que el Gobierno central pretende reabrir con el nuevo Govern.

La votación ha cosechado 272 votos en contra y 71 a favor. Unidas Podemos negoció y acabó votando con la CUP tras presentar una enmienda que corregía algo las intenciones de la formación separatista catalana y se limitaba a pedir al Gobierno una propuesta de solución al conflicto.

El pleno del Congreso ha rechazado la moción final de la CUP por una amplia mayoría en la que PSOE, PP, Vox y Ciudadanos han formado un frente ante la suma de los partidos nacionalistas e independentistas. Este jueves solo se ha registrado la votación.

Como se sabe, según El País, en el texto original de la iniciativa de la CUP, que es el que levantó más recelos en el PSOE y la oposición frontal de la derecha, fue defendido porque reclama al Ejecutivo central que en la mesa de diálogo con la Generalitat debía contemplarse “una propuesta de referéndum, aprovechando el calendario y los trabajos que ya ha iniciado el Gobierno de Escocia”. 

Además, también se exigió una amnistía para todos los líderes del proceso separatista catalán presos por la condena del Tribunal Supremo. Iceta ya aclaró entonces que el Ejecutivo no permitirá ninguna consulta y tampoco una ley de amnistía, porque no lo contempla la Constitución de 1978 y solo se implantó en 1977 con el cambio de régimen.

Como sea, este hecho llega en un momento especialmente delicado para el Ejecutivo, tras mostrar su intención de estudiar algunos indultos a los líderes del procés y después de conocerse la posición contraria del Tribunal Supremo y la Fiscalía. El asunto ha complicado las relaciones del PSOE con la oposición. @mundiario

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