Los planes de reconquista de Pedro Sánchez podrían ir de la mano de los nacionalistas catalanes

Miquel Iceta, secretario general del PSC. / RTVE
Miquel Iceta, secretario general del PSC. / RTVE

El PSOE de Sánchez ha transitado meses dejando muchos discrepantes en el camino, acercandose a los militantes y sin preguntarse por ué le habían abandonado millones de votantes o cómo recuperarlos.

Los planes de reconquista de Pedro Sánchez podrían ir de la mano de los nacionalistas catalanes

En el PSOE intentaron con Pedro Sánchez evitar el sorpasso de Podemos, del que solo se salvó gracias a la ayuda de Pablo Iglesias que del 20D al 26J perdió millón y medio de votos, mientras Sánchez seguía bajando aunque menos. En una huida hacia delante pretendía volver a las urnas para la debacle total, no sin antes pedir ayuda a Ciudadanos, Podemos, nacionalistas y secesionistas en una misión imposible. La salida desesperada en busca del militante que le mantuviese en el poder dentro del PSOE llevó a una corriente crítica capitaneada por Susana Díaz y azuzada por multiples barones del presente y del pasado a mirar más hacia el votante, a preguntarse porqué habían perdido 2 millones de votos, o 6 millones desde Zapatero, cómo podrían para la sangría y cómo recuperarlos. La división de los socialistas es evidente. Sánchez sigue con sus partidarios, muchos de los cuales han mantenido el no a Rajoy y al PP en la investidura, y amparan su regreso en las primarias que se convocarán sin mucha demora.

El  más activo en las protestas por la caída de Sánchez y en romper la disciplina de voto ha sido Iceta, desmarcando al PSC de la linea oficial. Tratar de encontrar algun sentido a mostrarse lleno de razón, cuando el PSC, que llegó a tener en la Camara Alta 25 representantes, tiene con él solo 7, no es fácil, pero todo podría tener un sentido. La contundencia del insumiso Iceta podría enmarcarse dentro de un plan de radicalización lo suficientemente amplio como para tomar distancia del enfrentamiento entre el PSOE y Podemos, y así poder acercarse a una coalición con Ada Colau, y con ella como cabeza de lista, concurrir a unas elecciones autonómicas que se prevén adelantadas en otra convocatoria plebiscitaria. Si Colau aceptase no sería muy complicado avivar la formación de ese partido que ronda en su cabeza a partir de Barcelona en Comú, y que una vez formado deje de ser una confluencia más de Podemos. Esa coalición, de conseguirse, podría ser caballo ganador con lo que mataría dos pájaros de un tiro, por un lado convertir a las corrientes secesionistas en minoritarias, y por otra hacer ganadora a una corriente federalista, la que abriría la puerta al fortalecimiento del PSOE en Cataluña y en toda España.

Quizás sea mucha imaginación atribuirle a Iceta tantas capacidades, pero en política no para uno de sorprenderse y todo cabe. Ademas de otra manera cuesta entender el empeño de Pedro Sánchez por presentarse a una primarias contra el aparato del partido, y a Iceta rompiendo con el PSOE en un momento en que es solo una fuerza testimonial en una Cataluña donde campan cuatro o cinco  fuerzas con más carisma que él. 

Lo que si parece claro es que las continuas amenazas e insultos a Ines Arrimadas, así como los continuos actos violentos contra la oposición (Ciudadanos), está sufriendo la desaprobación de muchos catalanes, que al igual que los del brexit, no esperaban que las cosas llegasen aquí. Veremos si las reformas del PP-C's-PSOE rebajan las ansias de los independentistas a cifras razonables. Solo es necesario que el PP se abra a las reformas y que el PSOE las apruebe, y también al revés. De momento Albert Rivera ya ha puesto sobre la mesa 100 puntos que ambas partes quieren aprobar. Pues que empiecen ya.

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