El PSOE avienta oxígeno al socialismo europeo tras su triunfo del domingo

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. / @PSOE
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. / @PSOE

La familia socialista de Europa llevaba años esperando un triunfo de alguno de los suyos tras las hecatomes en Alemania, Italia y Francia.

El PSOE avienta oxígeno al socialismo europeo tras su triunfo del domingo

Llevaba ratos el socialismo europeo necesitado, cuando no urgido, de una victoria en un país bandera de la Unión Europea. El aplastante triunfo del PSOE en España, con casi el doble de escaños conseguidos que su más cercano perseguidor, trae un poco de oxígeno para una familia que había acumulado derrotas humillantes en las grandes potencias del continente.

En Alemania, por ejemplo, la potencia de facto, el Sozialdemokratisches Partei Deutschland (SPD, Partido Socialdemócrata de Alemania) cosechó sus peores resultados históricos en septiembre de 2017, con 152 escaños, casi 100 menos que la hermandad de la Christlich Demokratisches Union Deutschlands (CDU, Unión Democrática Cristiana de Alemania) y la Christlich Soziale Union(CSU, Unión Social Cristiana). El SPD tuvo que tragarse su orgullo y vender su alma nuevamente a la CDU/CSU y pactar una coalición, la tercera de su tipo, que hizo enardecer a sus bases y por la que rodó la cabeza de Martin Schulz, a la sazón máximo líder del partido. El bochorno tuvo un duro impacto en la familia socialista, especialmente por la incapacidad de Schulz, todo un varón en Bruselas y Estrasburgo, de redirigir la nave.

La hecatombe tan solo remató las vergonzosas y sonoras derrotas de los primos socialistas en Francia y en Italia, siendo especialmente trágico lo sucedido en el país de la bota, que a diferencia de alemanes y franceses, no supo escapar a los cantos de sirena del populismo de los dos extremos del espectro. La familia socialista fracasó así en las grandes potencias de la UE.

El triunfo de Sánchez y del PSOE dan una bocanada de oxígeno de cara a las elecciones europeas que se celebran en mayo de este mismo año. La victoria del actual partido oficial de España también calma también un poco los ánimos en Bruselas y Estrasburgo, pues especialmente en la primera crecía el miedo de que la tercera potencia de la UE fuera incapaz de detener el avance del populismo euroescéptico, agrupado en Vox, cuya irrupción en el Congreso se limitó a solamente 24 legisladores.

La misma Comisión Europea se apuró a felicitar a Sánchez por resucitar a un partido que hasta hace menos de un año yacía pálido y agonizante, incapaz de levantarse de sus propios tropiezos y torpezas dirigenciales. Terco y sobrado en ocasiones, al presidente de Gobierno se le pueden achacar muchas cosas, pero el socialismo de Europa le debe la respiración de aquí hasta mayo. @mundiario

Comentarios