La propuesta de Podemos sobre la ciudadanía y España liquida el concepto moderno de país

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Pablo Iglesias y Julio Rodríguez.

Ni en el peor momento del cantonalismo fue semejante la idea de la quiebra de España como la que Podemos lleva en su programa y ofrece al PSOE, más allá del propio referéndum para Cataluña.

La propuesta de Podemos sobre la ciudadanía y España liquida el concepto moderno de país

Aparte de otras utopías, el programa que Podemos propone al PSOE supone liquidar el país destruyendo la base de lo que se considera ciudadanía al otorgarla, sin tasas ni condiciones e incluso los derechos inherentes a la misma en todos los países del mundo, el derecho de sufragio. Podemos proponer otorgar la nacionalidad española de facto a todos los extranjeros, sin correspondencia en sus países, y derecho de sufragio pleno, abrirá las fronteras y cerrará los centros de internamiento. También podrán formar partidos políticos. Es decir, que los pakistaníes, los marroquíes o los senegaleses podrían constituir partidos étnicos o nacionales para concurrir en las elecciones y aspirar, bajo sus etiquetas a los comicios. No existe nada parecido en lugar alguno del mundo.

Copio: "El acceso al censo electoral se realizará a través del padrón municipal, sin requisitos adicionales. Se regulará el derecho de sufragio mediante una reforma de la LOREG, y no por medio de tratados internacionales bilaterales. Reconoceremos el sufragio pasivo a todos los residentes extranjeros estables, no solo a los ciudadanos de la UE. Se reducirán de manera sustancial los plazos de residencia exigidos para acceder a estos derechos. Se suprimirá la prohibición de crear partidos políticos por parte de extranjeros, como se recoge en la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de partidos políticos. Se evaluará la viabilidad de incorporar en el marco constitucional vigente la participación de la población extranjera en las elecciones autonómicas y en los referéndums. El cumplimiento de los derechos humanos en los pasos fronterizos y cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)".

Ello implica que: "Se pondrá fin de forma inmediata a las devoluciones ilegales de personas en las zonas fronterizas, en tanto contravienen la legalidad internacional. Para ello, se derogarán los artículos correspondientes de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. Se garantizará que las devoluciones ilegales no se sigan produciendo. Se eliminarán los elementos lesivos colocados en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla (concertina) y se adaptará un protocolo de actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en esta frontera sur para garantizar que se respeten los derechos humanos. Se cerrarán los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) en un plazo de seis meses”

Ni en el peor momento del cantonalismo fue semejante la idea de la quiebra de España como la que Podemos lleva en su programa y ofrece al PSOE, más allá del propio referéndum para Cataluña. El Estado se convertiría en una estructura inestable, sujeta a los cambios de opinión de los territorios, no del conjunto de los ciudadanos, depositarios de la soberanía. El propio concepto de nación que nos legó la Revolución Francesa desaparecería para nosotros. Pero lo iban a descifrar a través de ese ministerio de la interculturalidad nacional que no se sabe muy bien qué sería.

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