¿Por qué la Asamblea Constituyente comunal de Maduro es fraudulenta?

Maduro activando la Constituyente en el CNE. / Twitter @vencancilleria
Maduro activando la Constituyente en el CNE. / Twitter @vencancilleria

La constituyente convocada por Maduro es un fraude a la Constitucion de Chávez, con el único objetivo de mantenerse en el poder sin que haya elecciones de verdad, opina el autor.

¿Por qué la Asamblea Constituyente comunal de Maduro es fraudulenta?

El nuevo anuncio de una acción política al margen de la Constitución y el sentido común, por parte de Nicolás Maduro, como es convocar una Asamblea  Constituyente “comunal”,  ha causado un gran revuelo y alarma en toda Venezuela.  Se trata de un nuevo intento de fuga; de esa huida más bien, hacia adelante, que emprendió hace cuatro años el gobierno de Maduro, dentro de su  estrategia de aislarse, amparándose en un supuesto apoyo popular que ya no tiene desde hace tiempo, y que comprende otras decisiones arriesgadas como la de retirar a  Venezuela  de la OEA.

Como se recordará, fue con la nueva geometría del poder, aquella rechazada por el voto popular en diciembre del 2008, cuando al igual que se hizo con otras entidades creadas subversiva y paralelamente a las ya existentes, se introdujeron las comunas y las juntas comunales. Primero de manera  solapada, luego ya en forma abierta y descarada, no obstante no estan contempladas en el texto de  la Constitución Bolivariana que sí reconoce a las juntas parroquiales, pues son las parroquias las entidades o demarcaciones creadas dentro del municipio con el objeto de desconcentrar la gestión municipal y promover la participación ciudadana. En la última década se ha evidenciado una vasta  legislación en materia comunal, que incluye varias reformas a la Ley Orgánica del Régimen Municipal, anterior a Chávez, por parte del gobierno; pero a pesar de este  barniz de legalidad con el cual se ha  revestido al régimen comunal, su  inconstitucionalidad es inocultable.

Por lo tanto, convocar una Asamblea Constituyente comunal, obrera o sectorial,  es convocar algo que no existe en la Constitución de  Venezuela. Quizás pueda engañar a la gradería; pero redactar una  constitución nueva, producto de esa constituyente fraudulenta, para  suplantar  a la Constitución Bolivariana, la mejor del mundo, según Chávez, equivale a dar un golpe de estado, por más que se trate de revestirla de legitimidad popular e institucional.

Ahora bien, en el texto del Decreto donde se convoca formalmente a dicha Asamblea Constituyente, publicado en la Gaceta Oficial extraordinaria del 1 de Mayo pasado, el mismo día en que se hizo el anuncio por televisión y prensa, pero del que se tuvo conocimiento público dos días más tarde, no aparece la palabra comuna por ninguna parte. De hecho, en el Decreto se convoca a una Asamblea Nacional Constituyente a la que se califica de ciudadana y originaria.

Los integrantes de la Constituyente serán elegidos en los “ámbitos sectoriales y territoriales”; con lo cual se deja entrever que la escogencia de sus miembros no obedecerá a los patrones estándar del sufragio universal 

Lo único que da entender que hay algo fuera de lo normal es cuando en su Artículo 2 se dice que los integrantes de la dicha Asamblea Nacional Constituyente serán elegidos en los “ámbitos sectoriales y territoriales”; con lo cual se deja entrever que la escogencia de sus miembros no obedecerá a los patrones estándar del sufragio universal en una democracia, que nunca se da por sectores, a diferencia de los regímenes fascistas, y cuya base territorial está claramente establecida en las leyes electorales, dependiendo solo de si la elección es local, regional  o nacional.

Ayuda a soportar esa suposición, el nombramiento, también por decreto, de una Comisión Presidencial, conformada por personas ligadas al gobierno de Maduro, que tendrá a su cargo la elaboración, nada más, ni nada menos, de una propuesta para las base comiciales territoriales y sectoriales, así como para los principales aspectos que servirán de fundamento a la conformación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente. En otras palabras, que ya el régimen tiene el control de todo el proceso, no solo del aparato burocrático electoral, representado en el CNE, sino igualmente de la elaboración de las normas que lo regirán de principio a fin; no obstante que existe ya, una legislación  electoral, que sería más que suficiente para llevar a cabo la elección de los representantes del pueblo a una Asamblea Constituyente sin necesidad de normas nuevas; pero que, en todo caso, de ser necesarias, deberían ser elaboradas por el Poder Legislativo actual, el cual como ya se sabe, está en manos de la oposición, vetado por el régimen y al que no le van a permitir que redacte ni las reglas  de un jardín de infantes.

A propósito de la Constituyente de Maduro y de esa primacía que el chavismo le ha querido dar a la comuna, tratando de imponerla sobre el municipio, no obstante el rol que este último ha jugado en la historia de Venezuela, de la que fue protagonista, como lo demuestran los eventos ocurridos, el 19 de abril de 1810, en el Ayuntamiento de Caracas; nos viene  a la memoria, a modo de anécdota,  la participación de la expresidenta argentina Cristina Kichner en los actos conmemorativos del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, hace siete años, quien en su discurso como oradora de orden  ante la Asamblea Nacional y con  Chávez presente, dijo,  tal vez sin darse cuenta, pero con gran acierto y sentido de la historia, que "no hay poderío militar que pueda contra la voluntad de un pueblo que decide liberarse". @xlmlf

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