Una promesa incumplida por Feijóo desde 2010 amotina a sus paisanos de Os Peares

Embalse de Os Peares.
Embalse de Os Peares, origen del conflicto.

Hace cuatro años, Alberto Núñez Feijóo les prometió a sus paisanos de Os Peares una pasarela sobre el Miño. El incumplimiento de aquella promesa y unas obras de Fenosa han amotinado a los vecinos.

Una promesa incumplida por Feijóo desde 2010 amotina a sus paisanos de Os Peares

Una pasarela prometida por Alberto Núñez Feijóo a sus paisanos de Os Peares en 2010, y que nunca se construyó, ha provocado un motín entre los vecinos del pueblo natal del presidente de la Xunta.

Un embalse de Gas Natural Fenosa divide al pueblo y es, a la vez, el paso entre ambas mitades. El anuncio de la eléctrica de que ese vado se cerraría un mes por el mantenimiento de una turbina echó a los vecinos a la calle. Eso significaría media hora de viaje para ir al centro de salud, a la escuela o a las bodegas, que están al otro lado del río. Implicaría, además, una enorme prejuicio para las rutas turísticas de la Ribeira Sacra, de la que Os Peares es cabecera.

Tras varias horas de negociaciones, la empresa se comprometió a reparar la turbina de noche y a reducir a quince días las obras. “No vamos a consentir que tengamos que hacer 50 kilómetros, para ir desde aquí hasta el centro de salud, que está a cinco kilómetros”, explicaron los vecinos. De momento, el conflicto se ha solucionado, pero el trastorno provocado por el incumplimiento de Feijóo continúa.

La respuesta de la Xunta a la promesa que hizo Feijóo a sus paisanos en mayo de 2010 de construirles una pasarela sobre el Miño ha sido siempre que "no están los tiempos para esos gastos". La obra supondría casi tres millones euros de presupuesto y ya debería funcionar desde 2012. Una de las personas más sorprendidas por aquella promesa y su posterior incumplimiento fue la propia madre del presidente.

Esta zona turística, a caballo entre dos provincias -Lugo y Ourense- y cuatro municipios ha sufrido no solo los inconvenientes de la presa, sino también el paso de vías férreas y carreteras que la han convertido en un laberinto.

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