Proclamar a Felipe VI como Felipe de Borbón y 'Grecia' contraría la voluntad de Grecia

Felipe V y Felipe VI
Felipe V y Felipe VI

El Gobierno heleno prohíbe ese apelativo o nomen dinástico a la Casa Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, explica este especialista en la materia en un interesante artículo.

Proclamar a Felipe VI como Felipe de Borbón y 'Grecia' contraría la voluntad de Grecia

El Gobierno heleno prohíbe ese apelativo o nomen dinástico a la Casa Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg.

Una buena pregunta es si el Gobierno y el Parlamento español van a respetar la voluntad soberana del pueblo griego, que en modo alguno permite que la depuesta dinastía daneso-alemana impuesta por las potencias europeas a este país use como apelativo o nomen dinástico la expresión Grecia. Si pese a todo se sigue adelante, será una innecesaria ofensa a una nación amiga.

El argumento es incontestable: Si el gobierno griego no reconoce ni permite al ex rey Constantino se denomine "de Grecia", es evidente que esta prohibición se extiende al resto de los miembros de su familia (hermanas, hijos, nietos, sobrinos) y alcance, por tanto al propio Príncipe de Asturias y ahora nuevo Rey de España. Sería incongruente que el Gobierno griego no permitiera usar el apelativo "de Grecia" a Constantino e ignorara que lo usen otros de sus familiares.  Aunque este aspecto nunca se ha abordado en España, ahora que el Príncipe Felipe va ser proclamado Rey la cuestión debería ser contemplada por respeto a la soberanía del pueblo griego.

La monarquía fue abolida mediante referéndum, en 1974, tras una dictadura militar que duró siete años. El ex Rey Constantino arrastra su colaboración con el régimen de los coroneles durante sus primeros nueve meses, fuertemente influenciado por su madre, la reina Federica, antes de exiliarse, con 24 años, en Londres. Estuvo largos años sin poder pisar su país, y el gobierno socialista de Andreas Papandreu se negó a renovarle el pasaporte. Además, ganó el pleito contra su pueblo, en reclamación de los bienes personales de su familia, incautados por el Estado, en gran parte vendidos posteriormente en pública subasta en Londres. Sencillamente, los griegos no lo toleran, pero tiene sus partidarios. Aunque pocos.

El rey destronado obtuvo pasaporte danés, la nacionalidad de su esposa. ''Soy griego'', insiste, pero cuando se le pide que inscriba su nombre afirma: ''Soy Constantino de Grecia y eso es todo''. En su documento danés figura como ''Constantino Degrezia'', una forma de salirse con la suya. Su apellido real es Schleswig-Holstein de la Casa de Sonderburg-Glücksburg. El empeño del ex rey provoca la ira de las autoridades de su país y contribuye a su impopularidad. Lo llaman despectivamente el señor "Glücksburg", recordando que encarna el recuerdo de una dinastía extraña, impuesta a Grecia en el pasado por otros intereses ajenos, mediante una estirpe del Norte de Europa.

El gobierno y el pueblo griego han sido, caso corteses, pero fríos, e indiferentes ante las visitas a Grecia de la Reina Sofía, destacando que se la recibe no como princesa griega, sino como esposa del jefe de Estado de un país amigo. La prensa informa de su presencia, pero sin comentarios críticos ni favorables. Hace unos años, ''Eleftherotypia'', uno de los periódicos más importantes, se burló de la familia y escribió: “Llega la hermana de Constantino"

En función del respeto que el Estado español debe a la soberanía del pueblo griego, el apellido que, con la misma naturalidad que Borbón, deberían asumir la reina y el propio Príncipe de Asturias, es Schleswig-Holstein de la Casa de Sonderburg-Glücksburg. Si se insiste en seguir usando el apelativo "de Grecia", antes o después habrá problemas con la república helena. Algunos diplomáticos lo han advertido.

Y mientras el ex rey Constantino se empeña en no aceptar el estatus de ciudadano de su país y a inscribirse en el Registro Civil con su apellido familiar, el ex rey Simeón de Bulgaria es un ejemplo de pragmatismo y sentido común. Ya no se llama Simeón de Bulgaria. Ahora su nombre completo es Simeon Borisov Sakskoburggotski, como transliteración latinizada de la forma búlgara; en la forma castellana, Simeón Borisov Sajonia-Coburgo y Gotha.

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