El problema sirio visto como continuación de los errores en Oriente Medio

Más de 20.000 terroristas ingresaron a Siria desde 2011 para derrocar a Bashar Al-Assad.
Más de 20.000 terroristas ingresaron a Siria desde 2011 para derrocar a Bashar Al-Assad. / Archivo

Acostumbrados a ver los problemas desde el prisma occidental, y a formarnos opinión en base a las agencias de noticias occidentales, trato aquí de ver la otra versión.

El problema sirio visto como continuación de los errores en Oriente Medio

Seis años lleva Alepo en guerra sufriendo el asedio, el asesinato y la ruina, pero parece que no nos había emocionado lo suficiente hasta la aparición de Rusia y sus bombardeos. En ese instante, para los medios Occidentales, la población civil, y especialmente mujeres y niños, pasaron a ser víctimas directas de la supuesta falta de sentimientos por parte de Rusia que antepone todo a la eliminación del terrorismo islámico del ISIS, lo que indirectamente beneficia al régimen de Al Asad. Estando de nuevo en una guerra fría entre Rusia, que apoya al regimen establecido, y Estados Unidos, que apoya a todos los grupos rebeldes, se hace imprescindible un análisis pormenorizado desde el origen del conflicto para tratar de entender porqué nos encontramos en esta situación.

Siria era una dictadura pero también un régimen laico donde convivían todos sus habitantes sin distinción por etnia o religión, algo que no es sencillo conseguir como se está comprobando. Luchando por su desarrollo fue consiguiendo ciertas cotas de bienestar con autosuficiencia alimenticia, una independencia de su política exterior, y una cierta capacidad defensiva para mantener a salvo su país de posibles agresiones. Esta situación producía envídia en los paises del Golfo, especialmente Arabia Saudí, que pese a su riqueza petrolífera no habían podido lograr la independencia política ni defensiva, amen de la falta de libertad y convivencía armónica entre los componentes de sus pueblos. Digamos que a pesar de sus enormes ingresos no habían conseguido el bienestar social que había en Siria.

La prioridad de EE UU para garantizar la seguridad en la región, siempre con la particularidad que representa Israel, les llevó a destruir Iraq en nombre de la libertad y la democracia, palabras de difícil traducción en países con múltiples etnias y religiones donde se mantienen los poderes tribales (luego repitieron el error en Afganistán). La consecuencia de aquellas mentiras sobre la armas de destrucción masiva, ya reconocidas en Estados Unidos y  el Reino Unido, y que desataron la guerra, han sido centenares de miles de muertos y convertir Iraq en un estado fallido incapaz de defender sus fronteras del flujo de terroristas. EE UU y otros países occidentales se aliaron con los paises del Golfo para que financiaran a grupos rebeldes que reclutaron mercenarios, muchos terroristas provenientes de la guerra de Afganistan (en 2011, al principio, ya habían entrado 20.000), y los dotaron de armamento sofisticado incluso superior al del régimen sirio. Es evidente que sin  armas y municiones no hay guerra, así que la idea de priorizar el derrocamiento de Al Asad y ocupar Siria quedaba claro ¿y a quien entregarían el poder? La promesa más lógica era prometer a los países musulmanes involucrados, Turquía y a los países del Golfo, un Califato rigiendo la Siria del fururo. Es evidente también que los más extremistas se adelantaron fundando un llamado Califato de Irak y Siria que provoca que EE UU y Francia se asusten y apoyen a los grupos rebeldes en su ataque al fundado ISIS, pero sin olvidar que el objetivo primero es el derrocamiento de Al Asad.

La intervención directa de Occidente comprende armas, planificación militar y participacion directa con mandos de la OTAN, pero ni Estados Unidos o Francia han bombardeado al ISIS. El gran beneficiado en la zona fue Israel porque el ISIS se establece en el oeste de Irak y el este de Siria, crerrando así la posibilidad de que Irán pueda tener contacto con Hizbullah en el Libano.

La situación no es tan sencilla como nos la pintan, con malos - Al Asad, Rusia e Irán, - y buenos - EE UU, Francia y Arabia Saudí -, enfrentandose por ideales democráticos. Hay razones geoestratégicas y económicas que están en juego ¿porque EEU U no emplea contra el ISIS la misma contundencia que empleó en Iraq o Afganistan? ¿son más importantes los budas de Bamiyan que la ruinas de Palmira? ¿son más graves los bombardeos sobre Alepo que lo fueron los de Israel sobre Gaza? El exministro de Exteriores español, García Margallo, decía que la solución es incluir a todos contra el ISIS, incluyendo a Bachar Al Asad, y luego convocar elecciones libres "sin exclusiones", y por los hechos parece que la postura de España era en este caso la sensata, claro que lo del consenso nunca es sencillo.

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