La prisión permanente revisable, una definición políticamente correcta de la cadena perpetua

Morgan Freeman en Cadena Perpetua. / YouTube
Morgan Freeman en Cadena Perpetua. / YouTube

"Te encierran de por vida y eso es justo lo que te quitan", dice el personaje de Morgan Freeman en "Cadena Perpetua" ("The Shawshank redemption", 1994). La prisión permanente revisable atenta contra los principios jurídico-penales del Estado del Bienestar y de las democracias europeas.

La prisión permanente revisable, una definición políticamente correcta de la cadena perpetua

Al PP le bastó su mayoría absoluta para introducir en marzo de 2015 la prisión permanente revisable (PPR), que permite condenar a prisión por tiempo indefinido a los que cometen delitos de asesinato en el seno de organizaciones criminales, asesinatos múltiples o en serie, homicidio del Jefe del Estado, de su sucesor o de Jefes de Estado extranjeros, genocidio o semejantes, asesinato de menores de 16 años o personas especialmente vulnerables e indefensas y cualquier asesinato precedido de agresión sexual. La permanencia en la cárcel se revisaría cada dos años después de  cumplir 25 años de cumplimiento (cuando el hecho punible consista en una muerte ) o a los 35, cuando sean dos o más.

Este último octubre el PNV propuso y la mayoría del Congreso aprobó una proposición de ley orgánica, ahora en trámite, que derogaría la PPR, con la oposición del PP y la abstención de C´s. Docenas de millares de ciudadanos apoyan su mantenimiento a requerimiento de Rocío Viéitez, madre de las niñas de Moraña asesinadas por su padre (primer condenado a la PPR). La iniciativa de Rocío Viéitez es lógica y demuestra lucidez, ausencia de ánimo de venganza y sentido cívico.

Pero la política criminal no puede atender sólo a las legítimas demandas de las víctimas. Porque la indeterminación de la duración de la PPR atenta contra el principio de legalidad. Y porque la propia pena vulnera los principios constitucionales de reinserción y resocialización, propios de los sistemas penitenciarios democráticos, al enfrentar a los condenados, en la mayoría de los casos, a una pena efectiva de prisión perpetua.

Lo cierto es que el Estado español cuenta con uno de los sistemas penales más duros de  Europa, que ha generado altos niveles de superpoboación penitenciaria. Las penas son largas (un  asesinato doble cumplirá normalmente 30 años  y 40 si son actos de terrorismo o criminalidad organizada) y no admiten redención. Son excepcionales los casos de cumplimiento efectivo inferior a los ¾ de la pena impuesta. Y, a pesar del horror de casos como los de Moraña o Rianxo, no somos una sociedad donde existan altos níveles de criminalidad ni éstos empeoraron en los 23 años de vigencia del Código Penal de la democracia.

Si es permanente no es revisable. Si es revisable no es permanente. La PPR es una manera de blanquear semánticamente lo que no es sino la cadena perpetua de toda la vida. @mundiario

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