El PSOE vuelve a ir un paso por delante en democratización interna con las primarias
Aires de renovación en la política española. El PSOE se convertirá, en noviembre, en el primer partido de su país en elegir a su candidato o candidata mediante primarias abiertas.
Aires de renovación en la política española. El PSOE se convertirá, en noviembre, en el primer partido de su país en elegir a su candidato o candidata mediante primarias abiertas.
La última semana de noviembre de 2014, el PSOE se convertirá en el primer partido español que habrá elegido a su candidato o candidata a la presidencia del Gobierno mediante el sistema de Primarias Abiertas. Esto es, no sólo participará en el proceso la militancia o aquellas personas que gozan hoy del estatus de “simpatizante” sino todos aquellos que quieran opinar, votar y decidir quién será la cabeza de cartel del socialismo en las Generales de 2015.
El Comité Federal aprobaba, al fin, la fecha y el Reglamento de una de las herramientas más complejas y sensibles, pero también más interesantes con las que puede hoy contar un partido político democrático. Una herramienta destinada a movilizar a cientos de miles de personas en toda España, a convertir la elección del candidato o candidata en mucho más que un proceso interno, a volver a atraer el interés de los ciudadanos.
El proceso de Primarias Abiertas, como en su día demostraron los socialistas franceses, italianos o alemanes, servirá, sin duda, de revulsivo frente a la frialdad con la que muchos miran hoy a la política y a los partidos tradicionales. Es obvio que, por innovador que resulte, las Primarias no garantizan el éxito electoral, ni siquiera el acierto en la elección. Es evidente, también, que para los ciudadanos este proceso no es, ni mucho menos, la primera de sus preocupaciones –“nadie me pregunta por las Primarias”, repetía con pasión un interviniente en el Comité Federal- . Pero no es menos cierto que la incorporación de un procedimiento abierto, participativo, que incorpore a los ciudadanos y novedoso en la política española, está en plena sintonía con el deseo de participar y de modificar el funcionamiento de los partidos políticos que hoy señalan la mayor parte de los ciudadanos.
Queda por delante un camino bien interesante: la movilización social, la elaboración del censo, la protección de datos, la recogida de avales… Las Primarias no son la panacea. Las Primarias Abiertas tampoco. Pero el PSOE ha ido siempre un paso por delante en los procesos participativos y de democratización interna. Basta recordar la implantación de las cuotas femeninas o la paridad, seguida luego por el conjunto de partidos democráticos. O la incorporación de las minorías en los órganos de decisión, como a continuación hicieron la mayoría de organizaciones políticas. Dentro de unos pocos años ningún candidato o candidata podrá optar a liderar una institución sin haber sido elegidos por este procedimiento. No es tanto una cuestión de “más democracia” como de adaptación a las demandas y exigencias de una sociedad diferente, con aspiraciones distintas a la anterior.