¿Por qué presumen de demócratas los que más hacen befa y mofa de ella?

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Parlamento.

El buenismo, el garantismo y otros muchos ismos presentes en nuestro comportamiento social y político, nos está llevando a una situación de tolerancia frente a comportamientos inaceptables y difícilmente reconducibles.

¿Por qué presumen de demócratas los que más hacen befa y mofa de ella?

Opté por ver "Jackie" en la televisión, película que transcurre en los días que siguen al asesinato de John F. Kennedy y que me llevó a rememorar muchas de las cosas que todavía nos separan de una democracia desarrollada. El detonante fue ver a Lyndon B. Jhonson, vicepresidente de Estados Unidos en ese momento, asumiendo el  cargo de Presidente que las circunstancias le imponían. En esa escena donde acepta ocupar el cargo de máximo mandatario, repite una por una todas y cada una de las palabras que le están dictando para aceptar la Constitución y hacerla cumplir. Al terminar le preguntan si jura cumplir lo prometido y él contesta "si juro" sin ningún añadido. Fue imposible evitar que viniesen a mi cabeza las múltiples fórmulas empleadas en nuestro país para evitar una promesa clara y comprometedora, e inventarse otras frases o añadidos que vienen a ser promesas de que harán todo lo posible para no acatar la Constitución y las leyes que derivan de ella. Hubiese bastado un sencillo "si prometo" o "si juro" a una pregunta concreta que se le podría hacer al que toma posesión de un cargo público, o al menos no admitir que alguien tome posesión del cargo incluso con amenazas como hemos llegado a ver en algún caso de PdCAT o Bildu. Esta falta de disciplina, seriedad y respeto al tratar temas públicos por parte de representantes electos derivan en el folklore que vivimos permanentemente.

No es Estados Unidos un país donde la Constitución sea intocable, de hecho, a diferencia de la española, ya van por la 27 enmienda, algo común en todas las democracias donde la evolución de la sociedad obliga a efectuar cambios para adaptar las leyes a las nuevas realidades, leyes que algunas veces exigen un cambio en la Constitución para su encaje. Lo que también es común en democracia es que lo que se hace por consenso se modifique por consenso, así para introducir una enmienda en Estados Unidos se requiere 2/3 de las dos Cámaras conjuntas, Congreso y Senado, y que además lo ratifiquen 3/4 partes de los Estados. Mientras esto no suceda debe cumplirse escrupulosamente la Constitución o los Organismos Federales intervendrían para imponer la ley por la fuerza. Esto incluye detalles que faltan en España, por ejemplo la secesión está prohibida en la Carta Magna, al igual que en el resto del mundo desarrollado con la excepción de Gran Bretaña que carece de ella, y conspirar para la secesión  es un delito, ley que habría solucionado muchos problemas aquí, como también el hecho de que cualquier bandera que ondee en un espacio público, aunque sea un balcón, debe estar acompañada de la bandera nacional que nunca será menor o estará más baja. Es lo que ellos llaman respeto a la Bandera y a la Constitución, en resumen, a Estados Unidos, algo que en España tampoco utilizamos mucho.

Imagino que algún día llegaremos a algo parecido si abandonamos el postureo y el todo vale y se impone una cierta disciplina en el respeto a las leyes. Decía Alberto Garzón en la linea de Podemos, que una monarquía no es una democracia, aunque no especificó si se refería solo a España o también al Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Bélgica, Suecia, Noruega, o quizás hablaba de Arabia Saudita. Añadió luego que la democracia es la república, aunque tampoco especificó si se refería a Venezuela, Irán, Turquía, o quizás Alemania. Algún día sabremos que la democracia representativa pide que el poder legislativo esté en el Parlamento elegido conforme a las leyes que emanen de una Constitución refrendada mayoritariamente por todos los ciudadanos, algo que ya tenemos aunque algunos líderes no quieran enterarse, y que es tan abierta que hasta aclara cuál es el camino para reformarla.

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