Sánchez y Turull afrontan una huelga de hambre

Dos diputados catalanes de Junts per Catalunya, Jordi Sánchez (antiguo presidente de la Assemblea Nacional de Catalunya- ANC-) y Jordi Turull (conseller de Presidencia con Puigemont), decidieron una huelga de hambre para denunciar,  en la tradición de la no violencia del Mahatma Gandhi y del alcalde de Cork, Terence Mc Swiney, la parálisis de sus recursos de amparo frente a las interlocutorias del Tribunal Supremo que acordaron su desproporcionada prisión preventiva. La importancia de estos recursos de amparo, interpuesto alguno de ellos hace maís de un año, es que mientras no sean rechazados los presos políticos no pueden acudir a la vía del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ( TEDH). En un 98 o 99% de los casos los recursos de amparo son inadmitidos por falta de interés constitucional. Estos fueron admitidos y avocados al conocimiento del Pleno. Pero no es justificable el retraso en la resolución, solo entendíble en el contexto de retrasar también el acceso a la jurisdicción europea de derechos humanos.

Pedro Sánchez prometió un juicio justo, pero después de las elecciones andaluzas del domingo y de la avalancha derechista que echó  a Susana Díaz del Gobierno meridional, la tensión que generará este juicio entre una España del centro y del sur echada al monte del españolismo más irredento y un 80% de catalanes solidarios con los presos políticos le va a impedir cualquier paso para una solución política del problema.

Lo que sí mostrará esta huelga de hambre son las limitaciones democráticas de este juicio ante   Europa y el mundo. Pero el 16,2% de votos de Vox en  Andalucía hace brotar un euroescepticismo trumpiano que también se alimenta del rechazo a las decisiones judiciales europeas. Porque esta derecha radical tripolar tenderá a  a aflojar lazos con la Unión Europea. @mundiario