El PP cree que Pedro Sánchez no será un obstáculo real en el Parlamento

La votación del CETA este jueves en el Congreso dejó un serio pique entre el PP y el PSOE luego de que los socialistas optaran por abstenerse en esta votación. En Génova están conscientes de que Pedro Sánchez irá por la cabeza de Mariano Rajoy en cada oportunidad que tenga, y prueba de ello han sido sus coqueteos con Unidos Podemos y con Ciudadanos para formar una alternativa al PP en el Parlamento. No obstante, los conservadores quieren restarle peso a la capacidad del nuevo líder socialista para alcanzar pactos trascendentes.

El almuerzo de trabajo que Rajoy y Albert Rivera celebraron el martes último ha ayudado a los populares a calmar los nervios iniciales que sintieron cuando Sánchez empezó a construir su "mayoría alternativa parlamentaria al Partido Popular" junto a Unidos Podemos y Ciudadanos, cabalmente. Fernando Martínez-Maillo, coordinador general del PP, dijo que la reunión que sostuvieron Sánchez y Pablo Iglesias, líder de Podemos, fue "el encuentro de la frustración porque no les dan los números".

Por su parte, Pablo Casado, segundo de la Secretaría de Comunicación del partido oficial, acusó a los morados y rojos de "buscar alianzas de perdedores para echar a quién ganó las elecciones. Volver al ciclo de reuniones, de tuits, de streamings y de paseos por la Carrera de San Jerónimo para no reconocer los resultados de las urnas es algo poco democrático en el sentido de no dejar gobernar a un gobierno legítimo, pero sobre todo es cansino para todos los españoles", una clara alusión a los contactos que emprendieron las agrupaciones izquierdistas a raíz de las últimas elecciones.

En Génova confían en que C's se mantenga en su posición actual, pero que al mismo tiempo se ponga del lado de la oposición en temas relacionados a la corrupción. "En los temas importantes no tendremos problemas, ya hemos demostrado que podemos alcanzar una mayoría para la aprobación de los presupuestos. Ciudadanos nos lo pondrá difícil para venderse mejor pero en lo sustancial van a seguir apoyándonos", cita eldiario.es a un diputado. Los presentimientos de ese diputado van con la realidad. Rivera avisó que el Gobierno del PP debe respetarse por ser el partido que había ganado las dos últimas elecciones, por lo que todo hace pensar que no se unirán a potenciales rebeliones de socialistas y morados.

Como sea, las diferencias entre C's y el PP en torno a los casos de corrupción que han sacudido las bases celestes han sido constantes en estos ocho meses de legislatura. Con todo y los fuertes cruces de palabras que se han lanzado las dos agrupaciones, ninguno ha hecho el más mínimo intento hasta ahora de romper el pacto de investidura que acordaron en agosto del año pasado.

Y Rivera dejó claro al PSOE que no contara con él para revueltas sin sentido. "No voy a jugar a mesas a las que les falta una pata. No soy partidario de hacer cordones sanitarios a nadie", avisó tras haberse reunido con Sánchez. El jefe de los naranjas hacía ver que no rompería el pacto de investidura con el PP y trabajaría con ellos para llegar a nuevos acuerdos parlamentarios.

En simultáneo se conocía que el PP eliminaba de la lista de comparecientes en la comisión de investigación sobre la financiación de partidos políticos del Senado a José Manuel Villegas, secretario general del partido emergente, pese a que estaba incluido en el listado de comparecencias que habían presentado el viernes último.

En La Moncloa, no obstante, temen que el PSOE elija ponerse en contra del techo de gasto propuesto por el despacho de Rajoy, aunque eldiario.es señala que algunos dirigentes del PP admiten que el temor pasa porque una negativa de los socialistas les haría quedar mal frente a la comunidad internacional, y no tanto porque el partido rojo tenga con qué impedir el visto bueno de este techo. El partido oficial mantiene que ha presumido en más de una ocasión de su capacidad de alcanzar medidas importantes tras la negociación de los presupuestos de 2017.

En cuanto a la votación del techo de gasto, Martínez-Maillo dijo que el grupo parlamentario de los suyos "no dejará de buscar alianzas parlamentarias, aunque ojalá fuera con el PSOE, a quien le tendemos la mano para que salga de ese bucle en el que anda con Podemos".

Las llamadas al entendimiento con el PSOE desde el PP se mezclan con serias acusaciones de que en Ferraz "se han podemizado y no quieren dialogar con el PP" y las burlas hacia Sánchez. De momento, el secretario general socialista no se ha acercado al Gobierno.

Es tal el rechazo entre ambos bandos, que Casado pasó de Sánchez y llamó a los socialistas catalanes, en su calidad de partido asociado al PSOE, de oponer resistencia a los independentistas. "Tendemos la mano al PSC y a Ciudadanos para hacer un bloque constitucionalista y afrontar el desafío secesionista en Cataluña, más aún cuando el independentismo está perdiendo fuelle", dijo.