El PP admite buscar una forma de compensar a los imputados por corrupción
Rafael Hernando ha hablado a nombre de la dirigencia del partido, enardecida tras el trato que recibió Rita Barberá, y avisa que podrían haber cambios en el acuerdo con Ciudadanos.
La dirigencia del Partido Popular medita presentar modificaciones al pacto anticorrupción que firmaron con Ciudadano, el cual obliga al partido oficial a expulsar de sus filas a cualquier integrante que sea imputado algún escándalo de corrupción de cualquier tipo. Esa condición fue una de las que más insistencia puso el partido naranja al dar su bendición a Mariano Rajoy para ser presidente. Sin embargo, Rafael Hernando, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, ha asegurado que el partido medita alterar el acuerdo inicial.
La muerte de Rita Barberá ha dejado tocados a los dirigentes del partido, no sólo por el deceso de una de sus más experimentadas integrantes, sino por el trato que le dio la prensa y los demás partidos. Aquello ha desatado una crisis interna en las filas celestes y en Génova empiezan a cuestionarse si vale la pena mantener el dichoso tratado. "A lo mejor hay que darle una vuelta", dijo Hernando al respecto.
Hernando recordó que la demanda de Ciudadanos fue que los populares dieran "un paso al frente" respecto a lo que reza su mandamiento interno, el cual deja claro que deberá abandonar el partido todo aquel al que se le abra un juicio oral. Así, la intención es, según el portavoz, mantener el trato pero "buscar alguna fórmula para compensar a esa persona a la que se hace dimitir", pues muchas veces esa dimisión significa también el fin de la carrera política del o de la involucrada.
Al mismo tiempo lamentó todo el tiempo que toma el sistema en llevar y rematar los juicios por corrupción. Hernando expresó que espera poder sentarse a conversar con otros partidos para crear "un sistema de enjuiciamiento rápido de estos casos de corrupción". Remarcó que una Justicia lenta, como la que hay hoy en día en España, afecta no sólo a los involucrados sino también al sistema como un todo.
Cual sea el caso, lamentó que la política esté tomando tintes judiciales que no le pertenecen. Esas acciones desacreditan al adversario al que no le han podido ganar en las urnas. "Al presidente de Murcia le han puesto 10 querellas", aseveró como ejemplo.
"Hay que crear un sistema que separe el trigo de la paja", añadió. Por último, advirtió que si las cosas siguen como hasta ahora tan sólo mantiene un sistema que "conduce a estimular las bajas pasiones, al populismo, a mezclar churras con merinas y es muy malo para que la justicia real recaiga sobre los verdaderos culpables".@hmorales_gt
