Poder blando: ¿ciudades cosmopolitas o Estados-tribus?

Francis Fukuyama II
Francis Fukuyama.

“La izquierda ha permitido a la derecha capturar el patriotismo y la identidad nacional de una manera que no debe suceder". (Francis Fukuyama)

Poder blando: ¿ciudades cosmopolitas o Estados-tribus?

En una entrevista hace unos días en La Vanguardia, Francis Fukuyama, quien publica ‘Identidad’, nos dice: “La izquierda ha permitido a la derecha capturar el patriotismo y la identidad nacional de una manera que no debe suceder. Para volver al poder se deben reenfocar en la cuestión central que representan, que es la desigualdad económica. Como resultado de la globalización ha aumentado en todas partes y necesitas más redistribución y regulación estatal, remedios clásicos, más que centrarse en identidades de grupos. Es mi esperanza. Creo que necesitamos aproximaciones más amplias y tradicionales a la desigualdad”.

La desigualdad es un aspecto asociado a la competencia por salarios bajos unidos al desplazamiento hacia Asia de una parte de la producción mercantil. La industria confería en las sociedades avanzadas una sensación de seguridad, de estabilidad del mundo que nos rodea. Al introducir el concepto de empleos a tiempo parcial hemos logrado retener una parte de dicho empleo pero a la vez nos ha llevado a interiorizar el miedo ante la pérdida del nuestro. Los cambios tecnológicos acentúan esta angustia. Pero la desigualdad se superpone como define F. Fukujama a la identidad. Hemos sustituido identidad nacional por diferentes preocupaciones ante identidades parciales que sienten la desigualdad, la izquierda socialdemócrata ha asumido estas parcialidades en su paquete de reformas e insiste con cierta razón pero olvida los deseos del viejo patriotismo. Y observamos como en el reino Unido, o en Escocia o en Cataluña aparecen identidades patrióticas que claman por su libertad sin otra consideración que una ansia de libertad grupal y se ha vuelto a manifestar en el debate de TV3 entre los partidos nacionalistas de ruptura de la legalidad y el PSOE que defendía la Ley. Pero no nos engañemos es tan solo la angustia de la globalización que es trasplantada a esta reivindicación nacionalista. Tan solo es una manera de no aceptar que el mundo está cambiando y al hundirse el antiguo es mejor morir reclamando un imposible.

Los líderes de la ultraderecha rugen por aventuras donde la bandera, la lengua, la libertad se superpone a las identidades reivindicativas. El en caso español, la Constitución del 78 parece una antigualla para unos u otros. Para los nacionalistas catalanes es el espacio a derribar para obtener la libertad, para los líderes ultranacionalistas españoles un espacio antiguo que no defiende sus sueños, por ello el Himno de la Muerte de la Legión es su compañía. Unos y otros subidos al Titanic anhelan que se hunda la globalización y surjan tribus por doquier, y con ello regulaciones nacionales

Siguiendo el hilo de Fukuyama: “Hay una dimensión cultural que se olvida. Hoy la mayor división no es la tradicional izquierda-derecha del siglo XX, sino una división social entre gente bien educada que vive en grandes ciudades, tiene muchas oportunidades creadas por la globalización, la UE y la movilidad del mundo actual, y la gente que vive en áreas pequeñas, rurales, que no tienen las mismas ventajas, tiene menos educación, son menos móviles y son el centro de apoyo de los partidos populistas. Y eso ha dividido los partidos tradicionales. Como en Gran Bretaña, donde se alternaban dos partidos que han explotado en medio del Brexit, porque en la izquierda y la derecha tienes la misma división, gente que no quiere la UE sino soberanía nacional, frente a gente que se siente cómoda viviendo en este mundo más cosmopolita”.

Por ello marchamos en dirección a una lucha entre ciudades cosmopolitas o Estados-tribus basados en leyes construidas sobre el miedo a la Globalización. ¿Y sino como podemos explicar la idea de un nuevo referéndum en Escocia para 2021? Supone que ¿deberemos votar cada cierto tiempo sobre algo decidido? ¿Es la nueva apuesta para la lucha y la guerra entre comunidades que habíamos desterrado con dos Guerras Mundiales?

Observamos que como se resuelva el Brexit en el Reino Unido o el Brexit en Cataluña nos informará de lo que ocurrirá en Europa, pues en ambas comunidades la división social es al 50% y los ruidos de odios ancestrales han aparecido y cabalgan en las mentes. @mundiario

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