Poco margen para el consenso a la hora de gestionar la grave crisis económica española

Uno de los pocos terrenos que quedan abiertos al diálogo, según interpreta el diario 'El País', es la posibilidad de reformar la Constitución. ¿Camino del Estado federal?
Poco margen para el consenso a la hora de gestionar la grave crisis económica española

Ninot making fun of the Spanish president, Mariano Rajoy. Ninot exposition.

Caricatura de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España / Marc Sardon vía Compfight

El diario El País analiza en un editorial el Debate sobre el estado de la Nación en España, que a su juicio permitió identificar "pocos terrenos de entendimiento" entre las corrientes centrales de la política española, el PP y el PSOE, lo cual arroja "muy pocas esperanzas" de que sea posible reconstruir consensos básicos. Todo parece indicar que Rajoy —"con altura parlamentaria en su primer debate como presidente, ágil en la forma y coherente en la argumentación"— está convencido de que su partido dispone de legitimidad para seguir en la misma línea otros tres años, basado en el pronóstico de que, gracias a la gestión desarrollada en sus primeros 14 meses, el país ha recobrado la confianza de los socios europeos y de los inversores, y que los españoles “hoy tenemos un futuro; hace un año, no lo teníamos”.

Uno de los pocos terrenos que quedan abiertos al diálogo, según El País, es la posibilidad de reformar la Constitución. El presidente ya no se opone a ello -solo subraya la necesidad de seguir los procedimientos legales- y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue bastante más lejos al pedir la reapertura del debate constitucional para recoger los platos rotos del Estatuto de Cataluña y favorecer la evolución del Estado autonómico hacia otro de corte federal.

El otro terreno de diálogo posible es el de las medidas contra la corrupción. Es evidente que la corrupción preocupa a Rajoy también por su repercusión internacional —“no podemos permitir que se escriba de España una leyenda negra”—, pero su credibilidad como campeón de la lucha contra esa lacra es forzosamente limitada, concluye el mencionado editorial.

Donde no habrá consenso es en derechos sociales, asunto clave para todos los ciudadanos. El debate económico partió del anuncio de un control del déficit en 2012 hasta situarlo por debajo del 7% del PIB. También se anunció la supresión del pago adelantado del IVA para las pequeñas y medianas empresas hasta que hayan cobrado sus facturas y ampliar las líneas del ICO para financiar empresas hasta 45.000 millones.

La cuestión de fondo en España es si están sentadas las bases de una recuperación, se pregunta El País, en cuya opinión no es fácil que el crecimiento de la economía capaz de crear puestos de trabajo se adelante de manera significativa.

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