El plan de desescalada de Sánchez remarca la crisis política

Colas en el comercio de España. / Pixabay
Colas en el comercio de España. / Pixabay
Líderes nacionalistas catalanes y vascos se sumaron a las voces críticas contra Sánchez, aunque con motivos opuestos: creen que este plan consolida una especie de recentralización.
El plan de desescalada de Sánchez remarca la crisis política

Hay algo que no encaja bien en el plan de desescalada presentado por el presidente de Gobierno Pedro Sánchez. La oposición lo sabe y deja ver las imprecisiones que, aseguran tiene la ruta trazada. En principio, el Gobierno forzó el plan que fue coordinado por Teresa Ribera, para no quedarse rezagado entre los demás países de Europa que llevaba  días trabajando el desconfinamiento.

El presidente Sánchez compareció este martes para anunciar las cuatro fases de desescalada. Sánchez detalló las actividades permitidas en cada momento y el método de coordinación con cada territorio, mientras se sinceró y admitió que todos los países van “sin GPS” en este plan de desescalada porque no se ha hecho nunca y no se conoce al virus lo suficiente.

Por su parte, la oposición llevaba días exigiendo ese plan y ahora carga contra el Ejecutivo con dureza. El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, ha resaltado: “dedica más de una hora a proclamar imprecisiones. Ni GPS, ni timón, ni nadie a los mandos. Un Sánchez sin rumbo recreándose en sus propios bulos”.

En esa línea, Pablo Casado, líder del PP, ha reclamado test masivos a toda la población para proceder a la desescalada y este martes criticó que, igual que al anunciar una nueva prórroga del estado de alarma, Sánchez no le hubiese llamado previamente para informar al principal partido de la oposición.

Los líderes nacionalistas catalanes y vascos se sumaron a las voces críticas contra Sánchez, aunque con motivos opuestos: creen que este plan consolida una especie de recentralización; aunque, el mandatario insistió en que se escuchará a las comunidades y todo se hará de forma coordinada, pero dejó claro varias veces que las decisiones más delicadas, esto es qué provincia pasa de fase y cuándo, las tomará el Ministerio de Sanidad. Algunos Gobiernos autónomos criticaron que La Moncloa, una vez más, no les adelantó un solo detalle. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, criticó el plan del Gobierno, que considera “un grave error” y un ejercicio de “centralización”. De hecho, la Generalitat había propuesto fijar nuevas franjas horarias para la salida de ancianos y adolescentes y para poder hacer deporte de manera individual.

Ese precisamente es el punto central de la gestión de la crisis y el que provocará mayores tensiones políticas a partir de ahora, en un clima político ya exaltado. Los representantes del PNV en el Gobierno vasco, lamentaron también el “afán recentralizador” del presidente durante la crisis sanitaria. “Cuando hay una mínima oportunidad, se arrinconan las estructuras del Estado compuesto y se asumen rápidamente los instrumentos de recentralización para responder a situaciones excepcionales”, dijo Iosu Erkoreka. En resumen, en su papel de trabajo Sánchez no fijó fechas concretas, pero sí dio plazos a las distintas fases de la desescalada, que se analizarán cada dos semanas, equivalente al tiempo de incubación del virus, para comprobar si es posible dar paso a una siguiente fase. La mayor parte de los territorios españoles entrarán en la fase cero el próximo 4 de mayo, aunque algunas islas de Canarias (El Hierro, La Gomera, La Graciosa) o Baleares (Formentera) entrarán directamente en la fase 1, ya que estos territorios contuvieron el avance de la enfermedad de forma más contundente en las últimas semanas. @mundiario

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