¿Por qué pide Sánchez pactar la investidura con unos y gobernar con otros?

Pedro Sánchez y Albert Rivera.  /Twitter
Pedro Sánchez y Albert Rivera se saludan frente a los medios. / Twitter
Sánchez ya estaba investido y con recorrido por delante, no necesitaba para nada una elecciones que le devolvieran al punto de partida y con los mismos socios.
¿Por qué pide Sánchez pactar la investidura con unos y gobernar con otros?

Si el motivo de la convocatoria era lograr que el PSOE creciera lo suficiente para no depender de los partidos nacionalistas que le estaban chantajeando y le habían derribado sus Presupuestos en el Congreso, no lo ha conseguido. Si su ilusión era que un pacto de izquierda, PSOE-UP-ERC, sumase, que si era la ilusión de Unidas Podemos, tampoco lo ha logrado y aunque lo hubiese hecho sería una repetición del tripartito de Zapatero que resultó un absoluto fracaso y  terminó con el abandono de ERC que está en otra guerra y que lo volvería a hacer, algo que además tendría un precio que ya explicó Torra en unos puntos completamente inaceptables y que contribuyeron en gran medida a la disolución de las Cámaras

La única explicación razonable es que Sánchez pretenda seguir creciendo lo suficiente y si no es a la primera que sea a la segunda con el modelo que implantó Rajoy en la anterior legislatura. Él sabe que un pacto de gobierno con Podemos es inviable. Ya hizo su recorrido por Europa donde le han recordado que populistas, comunistas y antisistema no es lo que España y Europa necesitan. La UE, donde gobierna un pacto que concentra conservadores, liberales y socialistas, le empujó hacia Ciudadanos como la opción sensata y estable y también presionó de forma brutal a Rivera para que negociase y evitar así un gobierno que dependiese del soberanismo catalán o vasco, lo que sería un mal ejemplo para los países europeos con problemas parecidos, que son casi todos porque no olvidemos que las naciones europeas se construyen con tribus y ahora reaparece gente que quiere volver a aquello situación del pasado. 

Lo que no sabían en Europa es que Sánchez es una persona tan ambiciosa que todos los demás barones y ex barones socialistas con la excepción de los que entran en el reparto de la tarta, están en contra de sus forma de proceder, y entran ahí nada menos que Felipe Gonzalez, Alfonso Guerra, Ybarra, Leguina, Bono, Fernández, Page, etc., etc., y no entra Tierno Galván porque está muerto que sino también. Así que si Casado y Rivera no quieren abstenerse para que Sánchez gobierne con Podemos y los nacionalistas, no debería extrañar demasiado. La línea roja es muy clara y fácil de romper, solo tiene que exigir a Torra que prometa fidelidad a la Constitución, al Estatut y a las resoluciones judiciales y si no lo hace, aplicar el artículo 155 de la Constitución donde sea necesario, claro que eso es pedirle a Torra que renuncie a chantajear a Sánchez para conseguir el indulto de las posibles condenas por el 1-O y la DUI.

Todas las cartas están repartidas, ni Ciudadanos aceptará jamás un pacto de gobierno donde no se incluya lo dicho, ni PP y Cs se van a abstener para volver al mismo punto que provocó las elecciones, ni los nacionalistas con los que ya pactó en Navarra, en la Diputación de Barcelona y en cientos de ayuntamientos, le darán su apoyo gratis porque el fin de todo nacionalismo es preparar el paso siguiente con cada paso que consiguen dar. Vista así la situación, con realismo ¿Qué espera Sánchez para propiciar otras elecciones? ¿Espera a conocer otra encuesta del CIS que le anime? @mundiario

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