Europa pierde peso frente a las potencias emergentes pero EE UU se mantiene

Mapa de Europa. / Septem Trionis.
Mapa de Europa.

El euro nació con vocación de rivalizar con el dólar, pero lo cierto es que la moneda norteamericana no cedió el testigo y continúa siendo referencia en las transacciones internacionales.

Europa pierde peso frente a las potencias emergentes pero EE UU se mantiene

La UE no desaparecerá, ya que para los países integrantes es el mejor seguro de mantener poder e influencia en el mundo multipolar que se avecina. Sucede que desde hace algunos años es una creciente pérdida de influencia la que la caracteriza y lo que alguna vez fue visto como algo admirable y digno de imitar en otras zonas, se ha comprobado que puede resultar un fracaso.

Comparada con el NAFTA (Canadá, EE.UU. y México) ni tiene bastante población, ni superficie, ni grandes recursos naturales, minerales para ser precisos, de los que sus países son importadores natos.

En América del Sur, el MERCOSUR, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Venezuela, posee también grandes recursos minerales y población. Los demás países se complementan con el norte o con el sur, pero ninguno forma parte de una unión como los que integran la UE.

Surgen potencias que están adquiriendo un perfil cada vez más relevante como Rusia, China, India y Japón, pero también países emergentes como Australia, Corea del Sur, Sudáfrica, Colombia, Perú, Turquía, Filipinas, Tailandia, Mozambique, Angola, Arabia Saudí, Egipto, Indonesia y Vietnam adquieren cada vez mayor peso. Todos ellos están potenciando políticas de comercio agresivas en materias primas y energía.

Nació el euro con vocación de rivalizar con el dólar, pero lo cierto es que la moneda norteamericana no ha cedido el testigo y continúa siendo referencia en las transacciones internacionales. En importantes ocasiones, la Unión Europea ha llegado a revelarse como "elefante blanco, con pies de avestruz". Así quedó patente cuando en la región de los Balcanes se desarrolló el conflicto civil y militar más importante vivido en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Los más importantes países europeos ni supieron cómo ni qué hacer y hubo de ser la intervención de los EE UU la que encauzara el conflicto militar y políticamente, aunque en Bruselas, integrantes de su abultada burocracia expresaran sus quejas por la misma.

Con la crisis del año 2008, Europa se vio rebasada y superada por el problema económico, siendo de nuevo EE UU el país que tuvo que hacerse presente tirando de un carro atascado. Queda como un dato objetivo que en términos de influencia política mundial, la UE ha perdido perfil, pues, mientras Bruselas, por negligencia o arrogancia, sólo se preocupó de crecer hacia Europa Oriental, motivada por los intereses germanos, no supo leer el signo de unos tiempos cambiantes que en otras zonas del mundo, entraban, si no por la puerta grande de la geopolítica y las finanzas mundiales sí por su ventana, como los anteriormente reseñados y algunos más entre los que podemos contar a Malasia, Pakistán, Irán, Marruecos y Argelia.

Actualmente, el 70% del comercio mundial se desarrolla en la zona Asia-Pacífico; también el 80% de la alta tecnología, la innovación científica, médica y robótica se crea y se fabrica en dicha área y el 84% de la riqueza financiera y económica circula por allí. Desde 1997, la Unión Europea dejó de ser un poder económico relevante en el contexto mundial y sólo lo es con referencia a sus países integrantes y a terceros europeos. Es decir, poco a poco se torna más irrelevante a nivel global y decir lo contrario, sólo significaría la expresión de buenas intenciones arropadas por un esforzado ejercicio de voluntarismo.

De las primeras 10 potencias mundiales, únicamente continúan en ese ranking Alemania, Francia y Reino Unido, ya que Italia ha quedado descolgada del grupo. Los que permanecen, no lo harán por muchos años más, pues en menos de diez ya no estarán ni Francia ni el Reino Unido y Alemania no llegará a cruzar la barrera de los veinte años próximos. Eso sólo significa que la Unión Europea, será una zona importadora neta de petróleo, gas natural y otras materias primas. En esas circunstancias se encontrará cautiva de los designios de los países del NAFTA, del Mercosur, así como de Rusia, Arabia Saudí, Argelia, Marruecos, Egipto, Irán e Irak. Los líderes de los países integrantes de la Unión y los de las instituciones europeas tendrán que preguntarse si el camino que han seguido ha sido el correcto y hay que atribuir a su falta de visión futura y a la acendrada y paralizante burocracia eurocentrista el encalle de un buque otrora poderoso, que hoy hace aguas por sus cuatro costados.

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