Pero quítate ese pin...

Aula escolar.
Aula escolar.
Además de una polémica sin sentido jurídico, ésta del pin parental es una polémica absurda y, llegado el caso de que se convirtiera en una norma autonómica,  esa ley –o reglamento–  estaría condenada al más absoluto fracaso.
Pero quítate ese pin...

La polémica levantada por el llamado pin parental anunciado por el Gobierno de la Región de Murcia es surrealista. Se trata, en efecto, de una medida que fue anunciada sin que exista regulación alguna y necesaria de la misma, a la vez que el Gobierno central anuncia un recurso judicial cuando, por tanto, no hay aún norma o acto administrativo alguno que impugnar.

Es decir, estaríamos ante lo que técnicamente se llama un recurso "extemporáneo", aunque, sin duda, a la vista de la legislación vigente en materia de educación, sobrarían motivos para esa demanda del ejecutivo de Pedro Sánchez. Y, al mismo tiempo, todos y todas invocan el artículo 27 de la Constitución en donde clarísimamente se proclama un derecho aconfesional a la educación de nuestros hijos. Unos hijos e hijas que naturalmente son de sus padres, pero no solo de sus padres: dudo que los dirigentes murcianos del partido político Vox sepan ubicar el origen histórico y las consecuencias de la exclamación: "Hijos de la patria". De una patria que tanto manosea y manipula Vox, y que parece que la única patria existente sea la suya.

Pero además de una polémica sin sentido  jurídico, ésta del pin parental es una polémica absurda y, llegado el caso de que se convirtiera en una norma autonómica,  esa ley –o reglamento–  estaría condenada al más absoluto fracaso. ¿Cómo se garantiza y se asegura que los chavales y las chavalas llevan puesto en todo momento el dichoso pin? Bastaría para demostrar su inutilidad que cualquier compañero o compañera de escuela le espete: "pero quítate ese pin, melón". @mundiario

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