Un Pence con el balance necesario logra imponerse a las interrupciones de Kaine

Se llevó a cabo el primer cara a cara entre los candidatos a la Vicepresidencia de los Estados Unidos. El encuentro se caracterizó por una tónica en la que el gobernador de Indiana, Mike Pence, fue la voz de la calma durante toda la noche, mientras que las interrupciones de Tim Kaine fueron continuas y a menudo le restaron valor a la sustancia del debate.

"Adora a los dictadores. Tiene una especie de estatua en el monte de Rushmore con Vladimir Putin, Kim Jong Un, Muamar al Gadafi y Sadam Husein y lo último, y más peligroso, Donald Trump, cree que el mundo va a ser más seguro si más naciones tienen armas nucleares”, dijo Kaine en una ocasión.

Cuando Pence tuvo que pasar al ataque, se concentró más en criticar la labor de Hillary Clinton como Secretaria de Estado de Estados Unidos, que a la persona en Hillary Clinton. “Cuando Hillary Clinton llegó a Secretaria de Estado, su prioridad fue restablecer las relaciones con Rusia. Después Rusia invadió Ucrania, se apoderaron de Crimea y ahora le están diciendo lo que tiene que hacer Estados Unidos. Estados Unidos se retira de las conversaciones sobre un alto el fuego mientras que Vladimir Putin pone un sistema de defensa de misiles en Siria, reúne sus tropas y recomienza… Lo que hay que hacer es volver a restaurar el liderazgo de Estados Unidos”, dijo Pence. 

La opinión pública se sitúa casi unánimemente con Pence como vencedor, ya que abordó los temas con un enfoque conciliador, aunque no estuvo exento de cometer algún error, como cuando estando en apuros utilizó la frase poco afortunada, “esa cosa mexicana”, para defender a su compañero de fórmula. 

Otra demoledora conclusión que los expertos extraen del debate es que la elección se centra casi exclusivamente en las figuras de Clinton y Trump, ya que no se abordaron los temas en los que ambos candidatos a Vicepresidente se han pronunciado, o bien legislado, como el acuerdo Trans-Pacífico o los derechos de los homosexuales.