Pedro Sánchez y Pablo Iglesias podrían tener un objetivo común oculto

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. / periodistadigital.com
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. / periodistadigital.com

Pablo Iglesias no es tan tonto ni tan ignorante como para no saber que el IVA sigue normativa europea y que cambios constitucionales requieren mayoría cualificada ¿qué pretende entonces? 

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias podrían tener un objetivo común oculto

El programa presentado, aún dejando aparte las ambiciones personales, presenta demasiados tintes inadmisibles como para hacernos creer que puede salir adelante. La propuesta de Pablo Iglesias con el IVA al 25% para artículos de lujo es irrealizable ya que la UE exigiría que todos los artículos que están en el máximo suban a ese porcentaje porque no admite diferenciar ese tipo de artículos, entre otras cosas porque sería disuasorio y los que los adquieren lo harían en otra parte, como tampoco puede ofrecer el más mínimo cambio constitucional con una mayoría simple. Estamos seguros que lo sabe porque son temas que se trataron en campaña y se le explicaron claramente ¿qué pretende entonces con su propuesta? Lo mismo que Pedro Sánchez. Él también sabe que su Directiva no admitirá el apoyo de los independentistas ni por activa ni por pasiva y que para sumar por la izquierda necesita la abstención de Ciudadanos o del PP, ambas irrealizables con el descabellado programa que proponen desde Podemos.

La subida del impuesto de Sociedades lo que conlleva es un incremento de las empresas que desplazan su negocio a Irlanda (véase Inditex online como ejemplo) o a China o a cualquier otra parte, y la creación de empresas del grupo que dejan de repatriar los beneficios disminuyendo así la recaudación. La subida espectacular del IRPF a los que ganan mucho, y le llaman mucho a 60.000 euros brutos al año, provoca que muchos españoles pasen a empadronarse en Miami, Mónaco, Andorra, o allí donde los traten mejor, porque ya se ha comprobado en otros países que a partir de un determinado nivel de impuestos, la gente dedica todo su esfuero a lograr evadirlos. Y lo del impuesto del patrimonio es otra falacia porque al ser construido con dinero que ya cotizó, se considera injusto y llevará a las fortunas a comprar casas en Suiza o una isla del Caribe antes que en la Costa del Sol, claro que si llamamos patrimonio a tener más de 300.000 euros, que es lo que vale en Madrid un piso normal en el Barrio del Pilar, aunque permita comprarse tres o cuatro en otros lugares, sería además discriminatorio. 

Esto lo sabe de sobra Pablo Iglesias. Conoce que la clave de incrementar los ingresos está en que los empresas grandes pagan su 30% o cercano y no el 1 o 6% que pagan gracias a su ingeniería financiera, que aflore la economía sumergida que haría crecer el PIB en el 20%, que se termine el fraude fiscal generalizado que sufrimos y la corrupción. Conoce perfectamente que nuestras tablas de impuestos son equiparables a la de los paises europeos más desarrollados pero la recaudación es muy inferior, y que ese es el problema.

¿Por qué entonces esas promesas? Porque son populistas, del agrado de mucha gente que ve con buenos ojos que se use mano dura con empresarios y ricos, con los que han construido un patrimonio, pero con los que han logrado despuntar con años de sacrificio, de estudio y trabajo, porque se tolera mucho mejor al que dando patadas a un balón gane 30 millones al año, o grabando un disco ya pueda retirarse a vivir bien. Pedro Sánchez hace promesas que no podrá llevar a cabo, pero son anti PP, anti derecha, lo que en estos momentos gana muchos adeptos. Quieren meternos en la cabeza que con 1.000 euros al mes se vive bien y no hay porque trabajar más cuando esto llevaría al país a tener una riqueza de país subdesarrollado.

Ambos saben de las grandes posibilidades de que todo termine en nuevas elecciones y el objetivo real de ambos es sumar a su causa a IU, no por sus dos diputados, sino por sus 900.000 votos que les harían crecer 10 o 12 diputados. Así el PSOE sueña con tener un ascenso que le permita construir mayorías y Podemos sueña con conseguir el segundo puesto (mejor el primero) para que le encarguen a él la formación de gobierno, y ambos convencidos de que el PP perdería la mayoría de bloqueo que ahora posee por 6 escaños en el Congreso (esto parece bastante factible).

El miedo de Podemos es que Rajoy se aparte y deje gobernar a Pedro Sánchez con Ciudadanos, y el miedo del PSOE es que Rajoy se aparte en unas nuevas elecciones y el PP suba. La solución ya está cerca pero cada vez estamos más convencidos de que lo que nos dicen no es lo que piensan ni lo que hacen a escondidas y quizás nuestra respuesta tampoco sea la esperada.

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