Los partidos políticos se hallan en una hecatombe debido a los sucesivos escándalos
¿Por qué a los españoles nos cuesta tanto abrir los ojos a lo que nos rodea? ¿Hacia dónde se dirige el destino de este país?, se pregunta esta colaboradora.
Las noticias verdaderas sin destinatario no sirven de nada. Si no tienen eco se pierden. Es como escribir al aire, al desierto, al precipicio. La verdad es útil a quien la escucha.
Los partidos políticos, en general, se hallan en una hecatombe debido a los sucesivos escándalos. Necesitamos transparencia plena, primarias, nueva ley electoral que no premie el bipartidismo, listas abiertas, renovación frecuente -nadie debe vivir de la política toda su vida-, renovación de los "asesores", contratos claros, financiación legal transparente, pública y auditada a tiempo por el Tribunal de Cuentas.
Y, lo más importante, la voluntad ciudadana tiene que ser la base de la democracia. Si la sociedad no se involucra, éstos seguirán siendo partidos zombi, meros instrumentos de poder en manos de una clase política inmoral, marioneta idónea del poder financiero. Por eso, quien defiende la libertad, debe apostar decididamente por la política que es la libertad encarnada de lo que llamamos "ser persona" ante la injusticia que es el poder: contrario a la ciudadanía y al progreso.
¿Por qué a los españoles nos cuesta tanto abrir los ojos a lo que nos rodea? ¿Hacia dónde se dirige el destino de este país?
