El crecimiento económico en España presiona a los obstinados políticos

La semana ha concluido con una batería de datos económicos y opiniones sobre la evolución de la economía española, cuyas expectativas post análisis refuerzan la necesidad de un nuevo Gobierno.

 

El crecimiento económico en España presiona a los obstinados políticos

La semana ha concluido con una batería de datos económicos y opiniones sobre la evolución de la economía española que, después de unas horas de reposo, merece un análisis. El jueves conocimos los datos de la EPA del segundo trimestre. España sigue creando empleo y reduciendo paro; la economía sigue creciendo al ritmo del 3,3 por ciento en tasa interanual; los precios siguen en negativo; la bolsa ha recuperado lo perdido por el Brexit y cierra julio con una subida superior al 5 por ciento, el mejor registro desde octubre; el bono a 10 años se sitúa en mínimos y la prima de riesgo marca 114 puntos. Además, los seis grandes bancos españoles han superado los test de estrés del regulador europeo y la agencia de calificación Fitch mantiene a la economía española en aprobado alto, a pesar de poner de manifiesto los problemas que aún hay que resolver y que se refieren al paro, deuda e incertidumbre política. En este contexto, el viernes el gobierno aprobaba en consejo de ministros el nuevo cuadro macroeconómico en el que el dato que más llama la atención es la previsión de que la tasa de paro sobre la población activa se sitúe en el 16,6 por ciento en 2017. El PIB alcanzará el 2,9 por ciento este año, dos décimas más de lo que se había previsto en el anterior cuadro y un 2,3 por ciento en 2017, una décima menos que lo previsto en abril. El ministro De Guindos destacó que España está aportando el 20 por ciento del crecimiento de la eurozona, cuando España representa algo más del 10 por ciento del PIB total.

Lógicamente, para que todas estas estimaciones, realistas para el ministro, se cumplan es necesario que el país tenga gobierno, un gobierno que pueda tomar medidas para corregir los desequilibrios que aún presenta la economía española. En este sentido, hay que enmarcar las reuniones que martes y miércoles mantendrá Mariano Rajoy con Pedro Sánchez y Albert Rivera. El presidente, candidato, llevará papeles con medidas concretas de forma que tanto PSOE como Ciudadanos tengan que mojarse y salgan o no de sus posiciones enrocadas de "no" a Rajoy.

Comentarios