El Parlamento británico aprueba aplazar el Brexit pero rechaza un segundo referéndum

Theresa May, en el Parlamento británico. / France 24
Theresa May, en el Parlamento británico. / France 24

Respalda por amplia mayoría –412 votos frente a 202– una prórroga en la fecha de salida, fijada en el 29 de marzo. Si el acuerdo es rechazado nuevamente, el Reino Unido deberá tomar parte en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, algo que parece kafkiano.

El Parlamento británico aprueba aplazar el Brexit pero rechaza un segundo referéndum

Hay Brexit para rato. El Parlamento británico aprobó este jueves por 412 votos frente a 202 un aplazamiento en la fecha de salida de la UE, fijada en el 29 de marzo. Si el plan de la conservadora Theresa May supera una tercera votación antes del próximo miércoles, será una prórroga corta; hasta el 30 de junio. Si el plan es derrotado de nuevo, el retraso puede llegar a los dos años. Hubo rechazo a un nuevo referéndum. Los laboristas –opositores– decidieron abstenerse, convencidos de que no era el momento de pasar a esa fase.

Así, pues, el 29 de marzo ya no será la fecha en que el Reino Unido deje la Unión Europea. La segunda consulta no figura decididamente en la agenda, al menos por ahora. Theresa May tiene la intención de emplear estos tres meses de prórroga para sacar adelante su acuerdo, en una nueva votación, la tercera, que tendrá lugar la próxima semana, posiblemente el miércoles, antes del Consejo Europeo previsto para el día siguiente, en Bruselas.

Si el acuerdo es rechazado nuevamente, la ampliación será aún más larga, lo que implicaría que el Reino Unido deberá tomar parte en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, algo que parece realmente kafkiano.

Theresa May está utilizando como amenaza la posibilidad de que el retraso de la salida se vaya prolongando indefinidamente, o que incluso termine por no tener lugar. Con ese arma –explica El Periódico– está presionando al grupo de los conservadores rebeldes para forzarles a una rendición y a que apoyen su vapuleado acuerdo. Algunos de esos insumisos euroescépticos exigirían a cambio de que Theresa May pusiera fecha a su dimisión, como último sacrificio político.

Trump toma posición

En Washington, Donald Trump aprovechó una sesión de fotos con el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, para lanzar dardos envenados contra el Reino Unido por la gestión del Brexit. “La situación es muy compleja en estos momentos. Está dividiendo un país. En realidad, está dividiendo muchos países y es una pena que tenga que ser así”, afirmó.

El presidente de EE UU criticó la forma en que Theresa May está llevando a cabo la salida de la Unión Europea. “Estoy sorprendido de lo mal que ha ido todo desde el punto de vista de la negociación, pero le expuse a la primera ministra mis ideas sobre cómo negociarlo. Ella no me escuchó y está bien, pero se pudo haber negociado de una manera diferente”. Trump estima que un nuevo referéndum, “no es posible porque sería muy injusto para los que han ganado”. @mundiario

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