El Papa se niega a fijar posición sobre Venezuela y pide otro diálogo

Papa Francisco. / Dw.com
Papa Francisco. / Dw.com

Francisco asegura que sería “imprudente” posicionarse en el conflicto que vive el país caribeño, pero acaso ¿no es igual de imprudente guardar silencio ante la impunidad, varios menores presos o la represión que ha causado ya 29 muertos?

El Papa se niega a fijar posición sobre Venezuela y pide otro diálogo

El Vaticano siempre ha tenido una posición muy ambigua con la crisis que vive Venezuela. Algo bastante interesante, tomando en cuenta que algunos del círculo cercano del Papa Francisco son venezolanos y conocen de cerca la situación. Por ejemplo, el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, fue nuncio de Venezuela; mientras que el número dos o Sustituto del Papa, Edgar Peña Parra, es venezolano; y también está el venezolano Arturo Sosa, superior de los Jesuitas, la orden a la que pertenece el actual Papa.

Con tanta gente que conoce de cerca la situación que vive el país caribeño, es más o menos chocante ver cómo el Papa aún decide mantenerse en una posición neutral respecto a lo que pasa. En su última pronunciación al respecto, el Santo Padre pidió Panamá “una solución justa y pacífica”, pero ¿cómo sería eso? También expresó: “Temo un derramamiento de sangre”, y que sería sumamente “imprudente” posicionarse en el conflicto. Sin embargo, debemos aclarar que ya hay derramamiento de sangre, con 29 muertos confirmados, pero mucho antes, cuando ocurrieron las protestas del 2014, hubo muchos más muertos y en aquella ocasión, la Santa Sede volvió a evitar posicionarse.

En su viaje de regreso, luego de su visita a Panamá, Francisco fue interrogado sobre sus palabras y qué opina de Juan Guaidó que se juramentó como presidente encargado, a lo que el Papa dijo: “Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que está sufriendo. Si yo entrara a decir ‘háganles caso a estos países o a estos otros’, me metería en un rol que no conozco: sería una imprudencia pastoral por mi parte y causaría daño. Las palabras las pensé, las repensé y expresé mi cercanía y lo que siento. Yo sufro por todo esto. Ponerse de acuerdo no alcanza. Una solución justa y pacífica. Me asusta el derramamiento de sangre”. La posición de la Santa Sede es clara, no intervendrá ni tomará ninguna posición en el asunto, algo un poco desilusionador tomando en cuenta que Venezuela es un país muy creyente y que suma un alto número de católicos. @mundiario

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