La pandemia que dio paso a la crisis

Madrid antes de la pandemia. / Pixabay
Madrid antes de la pandemia. / c1n3ma. / Pixabay
Un mes después del 8 de marzo, la noche que según el Gobierno comenzaron a cambiar las cosas, lo peor de la política vuelve a abrirse paso.

 

La pandemia que dio paso a la crisis

Creímos que aprenderíamos algo de esta situación que nos ha convulsionado, dándonos un baño de una realidad que no hubiésemos querido vivir nunca.

Pensamos que la tragedia nos uniría en un solo pueblo determinado a caminar juntos el camino hacia el futuro. Ingenuos. Ha tardado menos de un mes en romperse el idealismo y la política, la peor forma de política, ha vuelto a abrirse camino en nuestras vidas como si el periodo de tregua no hubiese sido más que un tiempo para coger fuerzas.

Ya no se trata de reproches al Gobierno por la ocultación de algunas verdades o de recordarle al PP que la culpa de esto no la tiene el chachachá, sino los supuestos recortes que estos hicieron en sanidad, ahora los partidos han desempolvado la artillería y algunos disparan con la misma saña que antes del comienzo de la crisis. Tras el gran apoyo que recibió el Gobierno en la votación de las medidas de alerta se han ido sucediendo distintas comparecencias de ministros y responsables que ponen en entredicho las versiones oficiales.

Igualmente, la decisión de seleccionar las preguntas y los medios de comunicación que las hacían no ha contribuido a levantar las sospechas de ocultamiento de información.Evidentemente han regalado -y en abundancia- la munición que necesitaban PP y PSOE para incrementar las hostilidades.

Llevamos un par de semanas bombardeados por mensajes acusatorios hacia el Gobierno y los dos partidos que componen el duo dinámico de izquierda y extrema izquierda. Incluso destacados personajes históricos del PSOE, como son el mismísimo Felipe González o el ex ministro Corcuera, han criticado abiertamente su actitud sin ahorrarse una coma.

La respuesta de los aludidos no se ha hecho esperar. Numerosos miembros del Gobierno lanzan ataques contra la oposición aprovechando el privilegio de las ruedas de prensa y los dos partidos que lo componen han movilizado a sus afiliados y simpatizantes en pos de una campaña que contrarreste la influencia. Las redes sociales están que arden, Whatsup recibe tantos mensajes que es imposible seguirlos y Telegram echa humo con los mensajes de PSOE y Unidos Podemos. Y, por supuesto, las fake news parten de ambas trincheras como dardos envenenados. Los medios de comunicación no se han mantenido al margen y cada día se fortifican unas posturas que convierten al enemigo -hace tiempo que dejaron de ser considerados rivales- en objetivo de cualquier comentario, cuanto más hiriente,mejor.

Así, los españoles confinados en nuestras casas nos hemos vuelto a convertir en rehenes de la intolerancia y la incomprensión. De esta pandemia saldremos, eso seguro, pero tan separados como lo estamos ahora mismo. @mundiario

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