La OTAN pide a Serbia y Kosovo frenar la escalada de tensiones en la frontera

Jens Stoltenberg y el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti. / @jensstoltenberg
Jens Stoltenberg y el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti. / @jensstoltenberg

Jens Stoltenberg ha advertido de que las fuerzas de paz aliadas están dispuestas para intervenir con una operación militar sobre el terreno “en caso de ser necesario”.

La OTAN pide a Serbia y Kosovo frenar la escalada de tensiones en la frontera

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha instado a Serbia y Kosovo a rebajar las tensiones y así evitar una escalada en el conflicto, que se ha asomado este miércoles en una reunión del secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, quien ha dejado claro que las fuerzas de paz aliadas sobre terreno kosovar están dispuestas a intervenir de ser necesario.

Stoltenberg se refiere a la agitada situación en la frontera entre ambos territorios a finales de julio, cuando se cerró el paso y se instalaron barricadas en las poblaciones del norte de Kosovo, en repulsa al anuncio hecho por Pristina, que decretaría obligatorio que todas las matrículas de los coches e identificación serbia deberían ser reemplazados por documentos expedidos por las instituciones kosovares.

Entonces se generó una nueva fricción entre ambos ejecutivos. Belgrado considera que Pristina sigue siendo parte de su territorio, la mayoría de serbios étnicos que vive al norte de este Estado de reconocimiento limitado piensa de la misma manera. Por tanto, los dos líderes de ambas naciones se han trasladado esta semana hasta Bruselas, donde han sostenido una reunión individual con Stoltenberg para, este jueves, verse las caras en un diálogo auspiciado por la Unión Europea.

 “Me alegra que la situación sobre el terreno haya mejorado, pero debemos evitar una escalada mayor y una retórica que no ayuda”, ha advertido el noruego después de que el presidente serbio, Aleksandar Vuvic, acusara a Pristina de preparar una matanza contra sus compatriotas del norte del país, mientras que el primer ministro kosovar, Albin Kurti, ha dejado caer la posibilidad de que Belgrado le declare la guerra a Kosovo.

Vuvic y Kurti se verán las caras en Bruselas

Bruselas es el punto de encuentro para los ejecutivos de ambos estados, ambos en vías de integrarse a los Veintisiete. El ex primer ministro noruego ha lanzado un mensaje para ambos bandos: cualquier asunto pendiente deberá ser resuelto en la plataforma de negociaciones que coordina el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, el catalán Josep Borrell.

Otro anuncio igualmente válido para Belgrado y para Pristina es que, si la situación empeora sobre el terreno, la operación de mantenimiento de la paz de la OTAN en Kosovo (KFOR) “está lista para intervenir de ser necesario”, con el despliegue de tropas sobre la frontera o el patrullaje de efectivos, de este mecanismo de respuesta conformado por 3.700 efectivos de 20 países aliados y 7 asociados.

“Nuestras acciones serán proporcionadas y medidas, pero también serán claras. Haremos todo lo que haga falta para evitar una escalada y para asegurar la libertad y la seguridad de todas las comunidades en Kosovo”, ha advertido Stoltenberg.

Los mandatarios se acusan entre sí

Pero por más que se esfuerce el secretario general de la Alianza Atlántica, las conversaciones entre ambos serán difíciles, los propios mandatarios lo han augurado desde ya. Los cuchillos, acusaciones y desconfianza son el escenario que acompañan a los protagonistas de estas reuniones, que están encargadas por la oficina de la diplomacia europea desde 2011 y son un paso clave para continuar en los procesos de adhesión de los Balcanes.

Vuvic ha reconocido que no coincide en prácticamente nada con su par kosovar, pero que aun así considera que la paz y la estabilidad son “de vital importancia para Serbia. Pese a ello, y a que ha admitido que la historia de la región “no es sencilla”, pidió que “no chantajes contra Serbia, sobre cómo tiene que actuar o qué tiene que reconocer”.

Por su parte, Kurti ha afirmado que su país siempre trata de defender los valores de la Alianza Atlántica. “En la situación actual, las instituciones y los ciudadanos de Kosovo tienen motivos para estar atentos al enfoque destructivo de nuestro vecino del norte hacia Kosovo y la región en general, en el marco de la agenda rusa perjudicial para Europa y los Balcanes”, indicó.

Serbia ha defendido la integridad territorial de Ucrania, pero no se ha sumado a la larga lista de sanciones contra Moscú por la invasión, especialmente las que ha ido aprobando la UE, pese a que los protocolos que dicta Bruselas indican que para avanzar en el proceso de adhesión los países interesados deben alinear su política exterior con la del club comunitario. @mundiario

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