Ortega promete liberar a todos los presos políticos en un plazo de 90 días

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. / foreingpolicynews.org
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. / foreingpolicynews.org

El régimen instalado en Nicaragua accede ante las presiones de la oposición y de la OEA para poder encontrar una salida a la crisis que atraviesa el país.

Ortega promete liberar a todos los presos políticos en un plazo de 90 días

Ya se cumplen 11 meses desde que comenzara la crisis política en Nicaragua, donde el régimen liderado por Daniel Ortega se niega a salir del poder, pero debido a las sanciones que están deteriorando su pulso, ha decidido comprometerse a liberar a todos los presos políticos del país en un plazo de 90 días, eso sí, a cambio pide destrabar las negociaciones con la oposición y terminar con las sanciones internacionales impuestas por EE UU, que tiene en la mira a toda su cúpula cerca, incluida su polémica esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

La decisión de liberar a los presos detenidos llega luego de la intervención del representante enviado por el Vaticano, Waldemar Stanislaw Sommertag, y el delegado de la OEA, Luis Rosadilla, quien participa como observador internacional en la mesa de negociación.

El pasado 15 de marzo, Luis Almagro, secretario general de la OEA, le envió una carta el canciller Denis Moncada en la que le informaba que el organismo participaría en las negociaciones de paz siempre y cuando liberaran a los presos políticos confirmados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Se calcula que hay alrededor de 802 presos políticos en Guatemala, donde se incluyen a los más de 160 que Ortega liberó como un gesto para reiniciar las negociaciones con la oposición. Sin embargo, algunos críticos destacan el hecho de que a estas personas realmente les cambiaron el lugar de encierro debido a que la medida cautelar es lo que se conoce como “casa por cárcel”.

Con estos movimientos, Ortega intenta dejar claro que él sigue teniendo el poder en el país, pero con la continua presión internacional, la economía en caída y una sociedad que se divide entre huir a países vecinos o la violencia, el régimen puede que esté intentado negociar una salida rápida antes de que los problemas sigan escalando. @mundiario

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