Ortega Lara increpa con dureza al ministro de Justicia, Rafael Catalá, en Sevilla

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Mesa de los ponentes. / Mundiario

Ortega Lara y Santiago Abascal abarrotaron en Sevilla con un discurso directo sobre temas candentes: el separatismo, la cadena perpetua, el concepto de familia o la ideología de género y duras palabras para Catalá.

Ortega Lara increpa con dureza al ministro de Justicia, Rafael Catalá, en Sevilla

“Señor ministro, no sé usted, pero yo no olvido ni a perseguidos, ni amenazados, ni asesinados, ni a mutilados, ni a los 200.000 personas de la diáspora, ni a las 300 familias que siguen sin memoria sin dignidad y justicia. Yo, no olvido. Así se dirigió con dureza Ortega Lara al ministro de Justicia, Rafael Catalá, al que increpó por pedir, en su opinión, el olvido para la cuestión terrorista en España. 

Organizado por la asociación cívico-social “Voceando por ti” Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara, conducidos por el abogado Ruiz Morales, estuvieron en Sevilla hablando sobre "El futuro de España". Un aforo completo que pese a la escasa publicidad de evento, convocó casi a casi 300 personas. Se detectó a un grupo de alborotadores que posiblemente no esperaban encontrar tanto público y desistieron y mantuvieron la corrección.

Magníficamente planteado, muy lejos de ese tipo de ponentes o políticos que se escuchan a sí mismos, fue un acto muy dinámico en el los tres participantes fueron al grano. Tanto Ortega Lara como Abascal, no cesaron de dar titulares que hubieran hecho las delicias de la prensa progresista.

tribuna del acto

Mesa de los ponentes. / Mundiario

Ruiz Morales abrió el acto

Ruiz Morales abrió el acto “disparando” y plantando sobre la mesa temas candentes como el futuro acercamiento de los presos de ETA en contrapartida a la aprobación de los presupuestos, el autobús de Hazte Oir , el ofensivo acto del Carnaval de Canarias o la corrupción de las facturas sin justificar. Ortega Lara  no se anduvo con rodeos y entró "al trapo" enseguida. Sorprendió el tono  “normal” de Ortega Lara y cómo con un lenguaje claro y conciso, fue desgranando cuestiones trascendentales, a la vez que proponía  soluciones concretas. Esto confirió gran dinamismo a su disertación ante un público que le escuchaba sin pestañear y con asentimientos de cabeza.

Separatismo y nacionalismo

Ortega Lara afirmó que el separatismo, más que el nacionalismo, era un problema provocado porque no se ha querido contrarrestar desde las instituciones del Estado. Aclaró que tanto Alemania como Portugal no admiten partidos independentistas en el juego político. Mostró su convencimiento de que ya era tarde, que habían tomado un camino en el que no hay vuelta atrás y que los argumentos sobre la ocultación de los casos de corrupción o  la vocación mesiánica de unos iluminados, ya no servían.

Consideraba que el Estado de Derecho podía haber utilizado los mecanismos institucionales como la inhabilitación por rebelión, sedición o  la malversación de caudales públicos. Para atajarlo, sólo quedaba que el Estado recuperase competencias. Algo más fácil de lo que parece. Ya que  al no ser leyes orgánicas, no es necesaria una reforma constitucional porque las competencias son de titularidad estatal y actualmente están cedidas. Otra solución que propuso fue la aplicación del artículo 155 "graves daños al interés general".

Islamismo y migración

Insistiendo en que hablaba de radicales y no de musulmanes, aclaró que el problema islámico en nuestro país todavía no ha calado tanto como otros países como Alemania o Francia. Además el problema no está en la llegada de inmigrantes, ya que los máximos radicalismos se dan en la tercera generación. 

En España. no se han visto señales de peligro hasta hoy, pero el ISIS predica la liquidación de la sociedad occidental con una nueva versión de Al-Andalus”, un tema muy sensible en Sevilla, la ciudad donde se celebraba el evento.

"Hay que dejarse ya de eufemismos,  Europa debería tener relación con el mundo musulmán pero siempre desde el principio de reciprocidad y respeto. La regulación de la inmigración debe establecerse, ya que dentro de los contingentes podrían venir individuos que pondrían en grave peligro al Estado", afirmó

 Además quiso recordar las proféticas palabras de Bumedian, presidente de Argelia, en la sesión de la Asamblea de la Naciones Unidas en 1974, que muchos conocían pero los que no, quedaron conmocionados, pese a que habían transcurrido cuarenta años. Un día millones de hombres abandonarán el hemisferio sur para irrumpir en el hemisferio norte. Y no lo harán precisamente como amigos, pues irrumpirán para conquistarlo. Y lo conquistarán poblándolo con sus hijosSerá el vientre de nuestras mujeres el que nos dé la victoria".

No quiso dejar de lado la vigencia del legado cristiano que trajo el humanismo, la sociedad libre y plural, En cuanto a las soluciones proponía que todas las mezquitas que inciten al odio deben de cerrarse, así como  expulsar a todos los imanes que inciten al odio. Abascal clamó al sentido común en la política migratoria en función de la economía y de la voluntad de asimilación, que no debe confundirse con islamofobia.

La baja natalidad

La calificó como el suicidio demográfico español. Culpó a la falta de incentivos fiscales, la falta de conciliación laboral y familiar y lo acomodaticio de muchos individuos. De ahí pasó al aborto y a la defensa del modelo tradicional de familia.

También tuvo palabras para la educación. Del nefasto informe PISA y del elevado abandono escolar recordó que de las 100 primeras universidades del mundo  la primera española está en el 152. Abogó por una universidad menos teórica y más orientada al lado mundo del trabajo.

Terrorismo fuera de las instituciones

Durante toda la disertación se mantuvo tranquilo y reposado, pero en el tema terrorista encendió los ánimos Las mil víctimas de ETA fueron la cuestión más candente, en el que se le vio más emocionado y mucho más incisivo. Culpó al estado por haberlos incorporado a las instituciones. Aquí fue donde se produjo suscitó un largo y cálido aplauso del público y fue cuando increpó directamente al Ministro: "Señor ministro, no sé usted, pero yo no olvido ni a perseguidos, ni amenazados, ni asesinados, ni a mutilados, ni a los 200.000 personas de la diáspora, ni a las 300 familias que siguen sin memoria sin dignidad y justicia Yo, no olvido."


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Auditorio. / Mundiario

Cadena perpetua

Muy contundentes se mostraron Ortega y Abascal en la pregunta sobre la cadena perpetua revisable, para Abascal,  una denominación de corrección política que debería dejarse en cadena perpetua.

Las penas privativas están orientadas a la inserción social, pero consideran que no debe ser algo taxativo… ya que hay graves delitos en el que la reinserción no debe plantearse en defensa de la sociedad. También se mostraron  muy firmes en la defensa de un estado unitario administrativamente descentralizado a través de los municipios, provincias y gobiernos civiles.

El 11-M debe investigarse

Como colofón, algo que fascinó a muchos presentes por el muro de silencio que se ha tupido sobre ello, fueron sus declaraciones sobre  las investigaciones sobre el 11-M. Ortega Lara, buen conocedor del tema, afirmó que el quid estaba en las pruebas periciales del explosivo: un derivado del titadine y no del Goma2 eco, pero que ningún partido estaba dispuesto a destaparlo  y que “las heridas mal cerradas no se curan y se infectan". Abascal matizó “que era algo que debería saberse “ porque había cambiado la historia de este país”.

Abascal contestó numerosas preguntas

Tras dar las gracias a la Asociación Voceando por ti,  Abascal habló del reciente episodio de boicot protagonizado por los totalitarios en la Universidad de Sevilla. Y contestó a un sinfín de preguntas, sin prisa pero sin pausa, sobre la partitocracia, la degradación moral y política –“hay hay que ser mejores personas  y mejores patriotas”–, la paz impuesta a Colombia perdonando a los narcoterroristas, la implantación del servicio militar, el impuesto de sucesiones, la equiparación de sueldos de la Guardia Civil, la recuperación competencial, la ideología de género incluso tuvo palabras para la política migratoria de Trump

Una jornada política muy atípica. Con palabras sencillas y argumentos y propuestas con sentido común, Ortega y Abascal se metieron a un  público afecto en el bolsillo. Al cerrar dieron sus únicas proclamas políticas  Afirmaron que  “Pese a su poca representación Vox es un partido de extrema necesidad”.Vox no busca una estrategia de engaño y traición, ni pervertir el lenguaje y dulcificar el mensaje. Llama a las cosas por su nombre y propone soluciones. Una sociedad sin valores es fácilmente manipulable. Es  un proyecto de España por España y para España”.

Un calidísmo aplauso y un Viva España espontáneo cerró el acto.

Balance agridulce

Pese al éxito del evento –era obvio que la mayoría de los asistentes  tenían cierta simpatía por sus ideales– y de que Abascal manifestó que "el fin de los mantras de la corrección política  iba poniendo las cosas en su sitio", lo cierto es que, no sin cierta tristeza, reconocieron que muchos no les votarían.

Y es que su gran enemigo no son las izquierdas, ni las concepciones ideológicas contrapuestas, sino el aferramiento a la idea voto útil, algo muy arraigado en muchos votantes del PP que discrepan en muchos aspectos y actuaciones del partido, pero que en esta época de desafección política  les siguen votando porque les consideran " los menos malos". Y aquí, señor Ortega y señor Abascal, está el quid de la cuestión. Ni más ni menos.

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