La oposición de Venezuela sube el tono contra Maduro en sus manifestaciones

Imagen de un manifestante en Venezuela. / Twitter
Imagen de un manifestante en Venezuela. / Twitter

Los principales líderes preparan la mayor marcha de su historia para el 19 de abril, día en que intentarán llegar a las puertas de los despachos del Ejecutivo en Caracas.

La oposición de Venezuela sube el tono contra Maduro en sus manifestaciones

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sigue movilizando a sus miles de seguidores en las calles de toda Venezuela. La agrupación opositora al chavismo está fuera de control desde que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a las órdenes de Nicolás Maduro, despojara de sus competencias a la Asamblea Nacional (AN), aunque posteriormente se retractaría. Como sea, aquel fallo fue histórico y derramó -otra vez- el vaso en el que se acumulaba la paciencia de los venezolanos. La decisión de Maduro de cargarse a la única institución estatal que no obedecía a sus órdenes no hizo sino darle más músculo a la MUD, que ha renunciado por completo a sentarse a dialogar por la paz pese a tener una iniciativa propuesta por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tres expresidentes -incluido José Luis Rodríguez Zapatero, de España- y hasta del Vaticano. La oposición tiene claro que el camino para voltear el Palacio de Miraflores pasa por las calles, no por las mesas.

Formalmente, las negociaciones se truncaron el año pasado puesto que el oficialismo nunca terminó de comprometerse con las mismas. Las calles llamaban nuevamente a los líderes opositores, que los hay desde moderados hasta extremistas.

Sus tótems, como Henrique Capriles, gobernador por el Estado de Miranda y excandidato presidencial de la agrupación opositora, han salido a marchar en compañía de sus simpatizantes, junto a quienes han sufrido los efectos de gases lacrimógenos con que las fuerzas chavistas han intentado repelerlos. Pero los líderes opositores han soportado esos y otros ataques y se niegan a regresar a sus casas hasta que sea cumplida su exigencia: la celebración de elecciones cuanto antes.

El caos se instaló en Caracas desde la semana pasada y parece que seguirá ahí un buen tiempo. Los manifestantes de toda la república bolivariana han emprendido un éxodo hacia la capital, frenado únicamente por ataques de policías y de grupos espontáneos de chavistas armados con arsenal que el mismo régimen les patrocina. El saldo hasta el momento es de cinco personas fallecidas, todas por heridas de bala durante las movilizaciones desde el interior. La oposición ha dejado claro que los responsables de dichos decesos son las huestes de Maduro, hipótesis compartida incluso por la Iglesia Católica.

Más ataques

Precisamente los seguidores chavistas se han convertido en los principales refuerzos de las fuerzas de seguridad. Pese a que actúan de forma espontánea y no oficial, existen evidencias recogidas en grabaciones, como una difundida desde el Estado de Lara -ubicado al noreste de Venezuela-, en la ciudad de Barquisimeto. Los vídeos dejan ver a estos individuos saliendo en motocicletas desde las principales trincheras de la Guardia Nacional, la policía segurizada del régimen.

Estas "milicias" son también una especia de cooperativas empresariales resguardadas y patrocinadas por el mismo Estado. A ellos se les atribuye el intento de agresión al arzobispo de la capital, Jorge Urosa Savino, así como los grafitis con insultos e improperios a la Iglesia Católica en San Cristóbal, capital del Estado de Táchira, asegura el periodista Ewald Scharfenberg.

Todas estas protestas, que han ensombrecido las celebraciones de Semana Santa, son tan sólo la antesala de la llamada "madre de todas las marchas", que la oposición tiene programada para el 19 de abril, coincidiendo con el 207º aniversario del inicio de la lucha por la independencia contra el dominio de España. El rumor es que esta marcha llegará a alguna sede del Estado en el municipio de Libertador.

Es un propósito recibido en el oficialismo como un auténtico desafío. Desde hace tres años, las huestes de Maduro se han tomado como cuestión de honor el proteger esa zona de la capital, pues es ahí donde se encuentran la mayoría de despachos del Estado.

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